Pero poco a poco nuestros compañeros van cayendo. Y aunque podemos ir encontrándonos a otros, hay una mutación de nuestro personaje que lo cambia todo y que lo relaciona directamente con The Suffering: la presencia de un alter ego que surge de sus entrañas nuevamente duplica su manejo y por ello sus opciones.
En ese punto de inflexión, presentada la bestia, Area 51 se vuelve complejo e incluso importante. Habrá que afinar a la hora de manejar nuestras opciones de combate, y empezarán a acabar con nuestra vida una y otra vez. Eso sí, en lo que es otra de las virtudes habituales de Midway, el juego sabe cómo enganchar al usuario sin desesperarlo. Eso significa que cada avance conlleva un punto de control desde el que continuar (con salvado automático para hacerlo más cómodo aún), todo porque se entiende que éste ha de seguir avanzando progresivamente sin llegar a perder el interés víctima de la facilidad, pero sin desesperarse y abandonando. El usuario ha pagado cerca de 60 €uros ¿por qué hacerle sentir inútil por incapaz o por darle las cosas mascadas? Ahí una vez más han logrado el equilibrio, algo que hace que junto a sus numerosas virtudes esta sea una muy buena muestra de jugabilidad.
Lo dicho es prácticamente lo mejor con que puede halagarse a la capacidad de adicción de un videojuego, pero faltan los aspectos técnicos. Visualmente el acabado detallista que se ha conseguido en Ps2 es de los que se ha visto en pocas ocasiones en un fps: no sólo se mueve con gran agilidad, si no que su detallismo se ve incrementado por la interacción de sus diversos elementos: agazapados en mitad de un tiroteo viendo cómo las balas hacen rebotar las puertas de los armarios a nuestros flancos, con una acústica que sabe hacer variar los fx según el entorno, el intercambio de pólvora al que ayuda un gran arsenal por nuestra parte (con variadas armas además de los poderes de nuestro lado más “fiero”) sube la adrenalina varios enteros.
Esos fx vienen además acompañados de la banda sonora de Chris Vrenna, productor/compositor fundador de los Nine Inch Nails y Tweaker (su actual grupo) que ha trabajado con U2, David Bowie y Rob Zombie entre otros. Otro nombre ineludible nos devuelve al apartado gráfico, donde Stan Winston repite con Midway como creativo de personajes tras The Suffering y que recuerda que de su mente han salido terminators, dinosaurios de Parque Jurásico o el burtoniano Eduardo Manostijeras.
Al absorbente resultado global en su modo historia hay que añadir uno en multijugador local de 1 a 4 personas, y on-line de 1 a 16 con los conocidos modos deathmatch, capturar la bandera y el novedoso infección, en que hay una pelea de bandos entre mutantes y humanos.
Muchas opciones para seguir matando marcianitos invasores.