Ecks Vs Sever

Todo seguidor de los juegos de perspectiva subjetiva poseedor de una GBA, tiene ya desde hace un tiempo en DOOM la oportunidad de saciar su adrenalina y, prácticamente, colmar sus expectativas. Parece claro pues, que plantear una lucha de poder puede convertirse en algo ciertamente inútil: todo quedará a la sombra del rey de las sombras (valga la redundancia), del juego que consumó las bases de un género que hoy día está plagado de rivales de mucha clase, y que posiblemente sea el idóneo para un soporte de estas características.

Pero cierto es también que la excelente conversión para GBA que analizábamos en su momento, no es sino eso, una conversión, originaria de otro soporte (curiosamente la Atari Jaguar y no la versión PC) que por ello no está destinada a sacar todo el rendimiento a una máquina nueva, sino a adaptarse en la medida de las posibilidades para recrear su estilo con eficacia.

Y si bien el resultado se saldaba con una buena valoración, ahora llega esta curiosa licencia cinéfila (extraño que se base en una película todavía no estrenada y con la que pocas coincidencias tiene), para situarnos en una lucha de idéntico parangón, pero cuyo escenario ha sido creado a la medida de la portátil. Cosa que se aprecia con facilidad. Los recursos están mejor medidos, y el grafismo es mucho más correcto que el pixeladísimo DOOM, lo cual unido a una trágica historia que crea una trama de interés, hacen de este cartucho en sí un juego más que apetecible, donde la variedad de escenarios impiden cualquier tipo de monotonía. Por si fuera poco, la acción se dispara -nunca mejor dicho- más pronto y con mayor eficiencia de lo que escépticos podrían pensar, de ahí que el nivel del ritmo sea tan alto que pocos podrán rendirse a su adicción tras la primera partida.

Destacable que aunque poco tiene que ver con la película, desde el primer momento observamos que sí hay una trama elaborada, un guión, que hace que el juego discurra sabiamente encauzado, y que cada misión tenga un padre y una madre, y no sea simplemente un matar alocado -sin caer tampoco en culebrones lineales-. Así parece claro que con estos valores y mayor técnica, cuenta con poderosos argumentos pero... ¿suficientes para subyugar el poder de DOOM? Puede que en cierta medida la respuesta venga marcada por una cierta devoción, por la consideración de aquel juego de producto envasado en genialidad, no ya por su carácter precursor, sino por haber introducido elementos que sus seguidores (muchos rozando el plagio) no han sabido recrear. Y visto desde esta óptica, resulta fácil encontrar escollos, y uno de ellos viene en una baza que pese a que pueda pasar desapercibida en visionados superficiales, es la clave de la profundidad del juego. Y en sentido literal, porque es precisamente "profundidad", la posibilidad de atacar a enemigos lejanos en el mapeado y evitar los posteriores enfrentamientos con los mismos lo que enriquecía en sobremanera cada una de las aventuras/misiones de aquel juego. Por contra aquí, con datos más positivos en muchos frentes, se sigue construyendo un juego que, como tantos otros (los Alien de PSX, por citar un ejemplo) siendo buenos, no fueron memorables.

Y para memorables, sin duda la saga de los DOOM.