Blade y Max Payne han sido dos juegos que han tardado demasiados años en salir a la luz. El primero, lo hizo ya hace medio año y fascinó a la mayoría de los jugones; el segundo ha salido ya y es muy posible que se convierta en un mito dentro del mundillo del ocio informático.
Irrumpiendo en la calidez veraniega, nos ofrece una masacre ambientada en el mundo de la mafia. El trasfondo policíaco en el que se desarrolla sirve de excusa para dotarnos del arsenal más completo y de la acción más pura y sin concesiones. Todo ello aderezado con detalles delicatessen para los más sibaritas. Y es que Max Payne, el protagonista de esta venganza épica, no se anda con chiquitas a la hora de vaciar el cargador.
Lo cierto es que con Max Payne es difícil ser original a estas alturas: la mayoría ya sabéis lo que esta maravilla nos ofrece. Las opciones de ralentizar la acción para darnos algo más de ventaja y disfrutar así de los momentos de mayor acción, así como de los movimientos espectaculares para esquivar balas son novedades ya conocidas. También se habla de las claras -y bienvenidas- referencias al film de Matrix, al director John Woo y, por consiguiente, a su actor estrella Chow Yun-Fat.
Por ello, me parece más adecuado comentar lo que es el juego en sí. Hablaros de la experiencia en la toma de contacto con el programa porque, sin duda, hay que jugarlo. Rezuma adicción por todas partes.
Encarnamos a un policía infiltrado en la mafia Neoyorkina, que se acaba tomando la venganza por su cuenta tres años después del macabro asesinato de su mujer y su hija -como para enfadarse, ¿no?-. La historia en forma de cómic y muy bien ambientada, se va desarrollando a la par con la acción y en pequeñas dosis para que los de gatillo fácil no desesperen, pero también para que se identifiquen con el protagonista y sepan por qué están acribillando a media Nueva York (todos gangsters sanguinarios, eso sí).
Como elementos más innovadores, el "Bullet-time" donde se ralentiza el tiempo de acción, el "Shootdodging" que permite esquivar las balas a lo Matrix, y una dificultad que se regula de manera inteligente según tus habilidades. Es decir, si eres del tipo Charles Bronson y matas a todo bicho viviente sin dificultad, los enemigos serán cada vez más duros y menos confiados; si por el contrario te dan más veces que a un mono de feria, los enemigos serán más patosillos para que le des de vez en cuando. Por mi parte, he llegado pensar que soy un poco negado, porque estoy matando más que Rambo en su época dorada.
Otra punto a su favor es al inclusión en el CD del editor original del juego junto al editor de partículas, pieles y ropajes y un empaquetador de Mods. Esto, evidentemente, facilita la realización de Mods y aunque el mencionado editor no es demasiado fácil al principio, la ayuda por parte de los programadores es muy patente. Por supuesto, ya se habla de nuevos mapas, armas, modelos para los personajes... es decir, de cantidades ingentes de aplicaciones para que Max Payne siga en la brecha durante mucho tiempo.
Las críticas se dirigen, principalmente, a pequeños bugs que se solucionarán a la espera del parche de turno. Pero lo que más se ha criticado es la escasa duración del juego. Todo depende de distintas valoraciones, pero en general se puede decir que es adecuada. Por su parte, los programadores afirman que la acción está muy condensada y que alargar la historia puede ser perjudicial para el resultado final del juego con el peligro de volverse repetitivo. Además, al finalizar el modo historia surgen nuevas y originales modalidades para alargar la vida del programa y, como se ha apuntado, la imaginación de los usuarios en la creación de mapas y Mods permitirán que tal alargamiento no sea ninguna tonteria.
Muchos usuarios se quejan también de los requisitos demandados a la hora de hacer funcionar Max Payne en su ordenador. Probado con un 700 Mhz, 128 de RAM y una Rage Fury 2000, va como la seda en los niveles más altos de detalle. Aunque ya se sabe: cada ordenador es un mundo y cada tipo de configuración un universo...
Por último un útil consejo salido de un foro y que os será muy útil, tanto para los que ya se lo hayan pasado como para los que no hayan empezado a jugar: grabad lo menos posible. Esto permite dos cosas: sentir realmente que tienes algo por lo que arriesgarte y que morir no es tan grave porque significa volver a verte las caras con los mafiosos para darles una nueva lección... (en serio, no es sadismo es pura diversión).