Un pez que aspira a vivir en la “zona pija”, y un tiburón vegetariano. Esta es la extraña pareja que se encuentra en las profunidades del mar, en el último estreno de Dreamworks. Bajo la inercia publicitaria de Shrek por contar con parte de sus responsables, la recreación de la vida imaginaria de una ciudad submarina en que se practica la clásica mezcla de comportamientos humanos puestos en una raza animal, no llega a los niveles de carisma de la cinta del ogro verde y ni tan si quiera parece intentarlo. El texto de Michael J.Wilson (La edad del hielo) y Rob Letterman -que aquí debuta en redacción-, si bien obtiene momentos puntuales de humor, tarda en arrancar, y en demasiadas ocasiones se engancha en intentos de diálogo cómico de clara ineficacia. Los coloristas pescados, aún cuando se inspiren en quienes les dan voces en versión original (Will Smith, Renee Zellweger, Angelina Jolie, Jack Black, De Niro o incluso Martin Scorsese... ) no pueden compararse con ninguno de esos personajes carismáticos de la industria de animación que alimentan merchandising convirtiéndose en las mascotas favoritas de los más pequeños. El moldeado gráfico de los escenarios y toda su corrección, en una búsqueda descarada por seguir bebiendo de las aguas que rodean a Nemo, llevan a una comparación de la que necesariamente ha de salir maltrecha la historia de éste dicharachero pescado. La alianza entre Oscar (pez inconformista) y Lenni (el tiburón sensible) puede llegar a ser entrañable, pero en ningún caso es hilarante ni obtiene más que risas concretas por una trama de previsibilidad simple.
Por más que los niños tendrán una sesión de cine correcta, en esta ocasión sus padres no la disfrutarán tanto como en anteriores ocasiones dejándoles a la espera del nuevo estreno de ‘The Incredibles’ de Pixar, que promete ser la verdadera vencedora de la animación al menos antes de que Tom Hanks y su Polar Express (dirigida por Robert Zemeckis) lleguen con su apuesta firme para periodo navideño. Teniendo en cuenta que ésta última lleva más de un año de campaña publicitaria, lo contrario sería verdaderamente extraño.