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El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford - critica de cine
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El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford

Western mediático

Un artículo de Diego Salgado || 06 / 11 / 2007

Película de visión obligada para los amantes del western, aunque sus excesos esteticistas y de metraje den al traste con las pretensiones de obra maestra que perfila

Como Chopper (2000), ópera prima del neozelandés Andrew Dominik, esta su segunda película es, ante todo, una reflexión sobre la condición mediática de ciertos criminales, y sobre el yugo que supone para ellos mismos tal condición.

En ese aspecto, El asesinato... supone un paso adelante respecto a Sin Perdón (1992), anterior hito en su género. Aunque en los acontecimientos del western de Clint Eastwood ya tomaba parte como testigo un periodista, esa presencia parecía servir al guionista David Webb Peoples para certificar únicamente la disparidad coetánea entre una realidad miserable y las ficciones mitificadoras de la prensa y las novelas de kiosco. Ni el sheriff Bill Daggett (Gene Hackman) ni el asesino Bob el inglés (Richard Harris) percibían plenamente la proyección mediática de sus acciones en el siglo XX.

En cambio los personajes reales que pueblan El asesinato... son, a la vez y conscientemente, personajes de ficción; arquetipos al tiempo presentes y futuros, sabedores de que cada uno de sus pasos está marcando una huella en la cultura popular. Esto vale para Robert Ford (espléndido Casey Affleck, en un papel muy desagradecido), estigmatizado desde el título —que es también el de la novela de Ron Hansen en que se basa el film— por un apelativo de cobarde que intentará eludir, sin éxito, a lo largo de su breve vida delictiva junto a los forajidos Frank y Jesse James. Pero es aplicable también a Jesse (un irregular Brad Pitt), un mito a ojos de sus subalternos al que le cuesta asumir que es real, que su carácter esconde rincones oscuros, y que se verá forzado finalmente a escenificar su propia muerte para hacer justicia a su leyenda.

Lo paradójico es que mientras Ford, James y demás compañeros de fechorías pasan a ser a ojos ajenos figuras de cera, actores de sí mismos devorados por unos medios de comunicación de masas recién nacidos, ellos descubrirán demasiado tarde que, como reflexiona Robert poco antes de matar a Jesse, sólo son seres humanos. Y más aún: víctimas de un engranaje que han contribuido a poner en marcha y que exige inapelablemente su sacrificio ritual.

Pese a que este asunto, fascinante de por sí, está visualizado además con mucho acierto, gracias a la ingeniosa combinación de dos distorsiones de la imagen —la artificial, que simula el look generado por las lentes de la época, y la natural, fruto de filmar a los protagonistas a través de todo tipo de vidrios—, El asesinato... no es la gran película que aparenta. Dominik se deja llevar por una tendencia a la grandilocuencia y al esteticismo que atascan el relato, y que no brindan como contraprestación lecturas trascendentes al modo de un Terrence Malick, autor citado hasta la náusea por muchos críticos a propósito de la cinta de Dominik, sin que haya entre ambos directores una relación más que epidérmica. Puestos a comparar, sería más lógico hacerlo con La Puerta del Cielo (Michael Cimino, 1980), con la que El asesinato… comparte esa sensación elegiaca de final de una época de caos y libertad en el Oeste americano a favor de eso que se ha dado en llamar, entonces como en otros tiempos, “civilización”.

Por otra parte, demasiados minutos de los 160 que dura El asesinato... dan la impresión de estar ahí sólo para dar un realce artificial al film a través de las peripecias de unos secundarios que no aportan demasiado al tronco argumental, y para dotar al conjunto de una dimensión trágica que no termina de concretarse. Tampoco hacen ningún favor a la narración estrategias importadas de la novela de Hansen y sin pulir, como los impostados diálogos o una voz en off que, en los últimos minutos, cuenta literalmente lo que las imágenes no saben más que ilustrar.

Aun así, el espectador paciente con estos problemas disfrutará de una película que, si no perfecta, si constituye por las razones descritas un jalón ineludible en la larga historia del western cinematográfico. Y de propina llenará sus ojos y sus oídos con una fabulosa fotografía en scope de Roger Deakins —considerarla en exceso preciosista no quita para reconocer su asombrosa belleza en secuencias como la del asalto al tren—, y una evocadora banda sonora de Warren Ellis y Nick Cave (asimismo presente en el film como trovador) que nos permite recomendar otro western peculiar musicado por ambos y escrito por el segundo: La Propuesta, relegado en España al mercado del DVD.

FICHA TÉCNICA DE EL ASESINATO DE JESSE JAMES POR EL COBARDE ROBERT FORD

Título original: The assassination of Jesse James by the coward Robert Ford

Fecha de estreno: 31-10-2007

Web oficial: www.jessejamesmovie.com |

Año: 2007 Duración: 160 min

Director: Andrew Dominik

Guión: Andrew Dominik
Intérpretes: Brad Pitt, Casey Affleck, Sam Rockwell, Sam Shepard, Paul Schneider, Mary-Louise Parker.

Lo mejor:  

-Su principal propuesta argumental es fascinante.

Lo peor:

-Su esteticismo muchas veces vacuo y su desmesurado metraje.

Puntuación:

6

Paso adelante en la historia de los westerns, pese a que sus imágenes se olviden de ello a menudo.



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