A estas alturas de la vida, un espectador con la cabeza medianamente amueblada ya será consciente que para 50 sombras de Grey no hace falta contar con guionista excepcional alguno, que por no hacer, no haría falta ni contar con un libreto. Visto lo visto, su sordidez simplificada enfocada a lo que Stephen King definió como “porno para amas de casa”, podría improvisarse ateniéndose a unas reglas simples, en una actitud que parece estar en los orígenes de uno de los fenómenos literarios de los últimos años.
En cualquier caso, y pese a que el poder de su marca hace indiferente este u otros detalles, la producción de una secuela inevitable se encuentra varada en el terreno de las disputas legales en que todos quieren su parte del pastel. Y de ese embrollo de codicia y mediocridad, ha surgido una revelación, a cargo del productor del engendro, Michael de Luca. En una entrevista con THR, ha explicado que en la segunda parte el guion para adaptar las historias de E.L. James pasa, tirando de nepotismo, a su marido Niall Leonard, quien al menos tiene una larga experiencia como guionista en la televisión británica.
Si se resuelven los demás flecos pendientes, la producción de la secuela Fifty Shades Darker debe iniciarse a principios del próximo año.