Film difícil de ver y aún más de digerir, "A+" se ha convertido, por méritos propios, en una de las ofertas más innovadoras -a la espera del estreno "Sex" con Nancho Novo y Silke- del panorama cinematográfico español.
Aparentemente la historia no puede ser más sencilla. En ella se entrecruzan varios personajes que inician un viaje a un macroconcierto(o a ninguna parte, según se mire) por varias razones. En primera instancia se encuentra una pareja de jóvenes de futuro incierto que pretenden dejar atrás a una panda de mafiosos. Otra pareja peculiar la forman un padre y su hija con problemas de comunicación. El resto del elenco lo completan tres colgados que recorren 300 kilómetros en un sidecar.
Es probable que fijándose uno en el argumento la novedad no se vea por ningún sitio, pero lo desconcertante tiene que ver con el desasosiego que produce el tratamiento visual. Trazada a modo de experimento caótico, su director Xavier Ribera Perpiñá pone toda la carne al asador y reinventa (o eso es decir mucho)una nueva forma de acercamiento a los jóvenes desde un prisma situado en las antípodas de cualquier formalismo.
También es cierto que la carga rompedora deviene, en no pocas ocasiones, en sobrecarga antiacademicista perdiéndose el relato por un camino dificultoso que en nada ayuda al desarrollo de la historia.
Al comienzo las escenas iniciales se alargan en demasía y el sonido directo dificulta el entendimiento de algunos diálogos, sobre todo de Eloy Azorín y Elvira herrería. Pero Ribera Perpiñá emplea otro tipo de recursos -la elección de una potente banda sonora, verdadera protagonista del film, aparte de dar saltos contínuos en el tiempo- que aceleran la propuesta hacia derroteros cada vez más enrevesados.
Quienes disfruten de las jóvenes promesas de nuestro país, están de enhorabuena. Ciertamente, la mayoría de ellos ya llevan a sus espaldas varias producciones exitosas -tal es el caso de Azorín, Eloy Yebra, Ramallo o Carlos Fuentes- pero sin duda hay que destacar el buen hacer de la debutante Elvira Herrería. En general, todo el reparto goza de un buen nivel interpretativo de marcado estilo fresco y realista, en fuerte conexión con el verismo que transmite la imagen.
Así pues, "A+" se nos antoja como experimento novedoso, pedante en algunos momentos, insustancial en otros (la mayoría del metraje, para que nos vamos a engañar), pero que a pesar de todo abre un nuevo espacio dentro del cine español con el que nadie se había atrevido.