Google va a por todas. Y sin ambages. Si su posición predominante como buscador le ha permitido posicionarse en un lugar destacado en cuanto a servicios de correo electrónico (Gmail), mapeado de ciudades (Google Maps), y hasta sistemas operativos para móviles (Android mediante), los nuevos planes no dejan de surgir en diversas publicaciones, implicándola tan pronto en el sector del videojuego (donde hace poco informábamos de los pasos que habían dado para posicionarse en el sector) como, ahora, en el de la música.
El tabloide The Wall Street Journal es categórico al afirmarlo: las descargas son su siguiente movimiento. Uno en que volver a enfrentarse a Apple y su iTunes, cuando ya su entrada en el terreno de los terminales móviles provocó un enorme enfado en Steve Jobs, quien se sintió traicionado y recientemente ha dejado de hacer de Google el único buscador de iPhone (dentro de una estrategia que podría tener consecuencias más relevantes en breve).
Lo curioso de este caso es que en estas circunstancias Google podría tener que tomar parte por primera vez contra las descargas ilegales. Al amparo de sentencias judiciales que no ven ilícito alguno en el enlace a otros contenidos, sus búsquedas han pasado de enlazar a foros donde se intercambiaba contenido, a mostrar directamente las descargas del contenido de las discográficas, para gozo de los usuarios sin ánimo de efectuar pago alguno por la música.
En otros frentes Google sigue haciendo estragos: si su voluntad de ofrecer un GPS gratuito reventó las acciones de TomTom, con el recién anunciado replantaeminto de Google Voice (que coincide con esta noticia) puede asestar un golpe a las empresas de comunicaciones, por el momento de EEUU. Visto lo visto es cuestión de tiempo que su posición de dominio empiece a generar algo más que las crecientes acusaciones de abuso de posición dominante.