Todavía es un símbolo recordado por los jugadores de Sega, un título que innovó y mostró en qué iba a consistir eso de la nueva generación cuando su compañía todavía desarrollaba hardware y no había quedado limitada a la producción de soft. Con dos entregas publicadas para su Dreamcast, su revolución en el RPG fue otra de tantas muestras de los motivos por los que la consola mereció más éxito y trayectoria cuando Playstation 2 todavía no había logrado imponerse.
No obstante, en su faceta actual de desarrolladora de soft, Sega quiere traer de vuelta a Shenmue, por medio de una tercera parte hasta la fecha frustrada, y que podría llegar en exclusiva al soporte que puje más alto. Y aunque si algo hemos aprendido en estos tiempos sobre las exclusivas es que estas rara vez son para siempre (salvo que sean desarrolladas por la propia Nintendo, Sony o Microsoft: las third parties antes o después publican para otras consolas superado el tiempo pactado), esta quizá sea una de esas raras ocasiones: Sega pretende directamente que le financien el producto y que éste sea un desarrollo por todo lo alto, a la altura del mito.
Sea como fuere, parece que en el horizonte de Sega está profundizar todavía en las aventuras de Ryo, y que todavía quedan cosas por aclarar en la muerte de su padre, investigada previamente.