Cada vez son más las distribuidoras de cine que dejan a un lado la idea de licenciar sus productos para hacer sus propias versiones y llevarse así una mayor parte del pastel. Ha sucedido con casos tan destacados como Disney o Warner, y aparte de la lógica de evitar intermediarios que puedan aprovecharse de la fama de sus productos, podría llegar a tener el efecto positivo de que se invirtiese más en el juego en sí, y menos en la licencia.
Que The Wenstein Company haya optado por esa vía, por el momento, ha dado para chascarrillos muy repetitivos. Especulaciones sobre cómo sería un videojuego de El Discurso del Rey o Un Hombre Soltero. Pero la compañía fundada por Bob y Harvey Weinstein, quienes fundaron Miramax en el 79, posee también los derechos de cosas como Grindhouse, Planet Terror, Halloween, The Road, Inglorious Basterds, Hellraiser o Scream.
Por el momento los juegos se llevarán a cabo de la mano de la alianza entre TWC Games y Beefy Media, que bajo las instrucciones de The Weinsten Company elegirá los primeros títulos a adaptar y supervisará su creación.