Yu Suzuki devuelve regularmente el nombre de Shenmue a la actualidad, modo más o menos intencionado de mantener algo de su peso teniendo en cuenta que las nuevas generaciones de usuarios desconocerán qué hallazgos se anotó el título de Dreamcast. Que recientemente abandonara la compañía y fuera por su propio lado, no es obstáculo suficiente para que regularmente vuelva a lo suyo: hablar de las bondades de un supuesto retorno, los retos que supondría, el papel que Sega tiene en el asunto (básicamente, la licencia es suya: no hay nada que hacer si no aceptan).
En una reciente entrevista, no sólo ha vuelto a la carga, sino que incluso ha llegado a especular en aspectos argumentales, demostración de que más allá de una declaración de intenciones, tiene más o menos esquematizado cómo se produciría la continuación del juego: "la historia tendría lugar tras Shenmue 2, y el entrenador de Iwao se convertiría en un personaje clave".
A partir de ahí, confía que antes o después el acuerdo con Sega se materializará, porque "el juego todavía no ha alcanzado su conclusión, en el futuro, la necesidad de venganza del protagonista desaparecerá completamente". Pese a ello todo pasa por lo mismo, una vía que tiene entre ceja y ceja: lograr la licencia de Sega (algo que incluso haría pensar que el abandono de la compañía podía estar dirigido a materializar el juego en una nueva desarrolladora).
En su momento el primer Shenmue contó con un presupuesto de 47 millones de dólares, y la segunda parte no obtuvo ni mucho menos el rédito necesario para instaurar una saga. Paralelamente, el auge sandbox relativizó con la llegada de GTA los logros de un título que en su debut parecía revolucionario a la hora de abrir un mundo virtual en videojuego.