La vida sigue. Nuevo otoño, nuevo Pro Evolution. Nueva primavera, nuevas promesas de enmienda.
Resulta difícil a estas alturas que alguien que siga puntualmente la información del videojuego preste excesiva atención a la noticia (o le dé una gran credibilidad), pero para el seguidor curioso no deja de ser llamativa la escasa originalidad con la que se reproduce una y otra vez el mismo ciclo, siendo más digna de estudio a nivel informativo o propagandístico, que no por cuestiones puramente de videojuego.
La cuestión es que, una vez más, el próximo Pro Evolution será "un juego completamente nuevo". Un digno rival para el FIFA, título al que tenían dominado años atrás pero que por centrarse excesivamente en prácticas de mercadotecnia acabó subiéndoseles a la chepa.
Pero... ¿y si esta vez fuera verdad? Pues, como Pedro y el Lobo, el usuario que debe depender del mensaje, no caerá en él, quien por contra tuviera decidido de antemano comprar el nuevo Pro Evolution porque es lo que impone su título en la carátula y cuestiones de obsolescencia programada, caerá igual.
Eso sí, concretando las promesas, PES 2013 ofrecerá...
-Total libertad de control. Irá más allá en el control del balón.
-Primer toque dinámico. Algo que se supone debe dar un dinamismo mayor.
-Pase y tiro completamente manuales.
-Mayor control también para los porteros.
-Mayor individualización de jugadores (incluyendo porteros).
-Mayor IA en los movimientos de los jugadores.
-La aplicación myPES permitirá una mayor comunicación entre usuarios.
¿Verdadera revolución? El tiempo lo dirá. O quizá diga lo mismo de siempre.