Remató A Sangre Fría en 1966 y con ella se consagró como escritor. Pero la experiencia le traumatizó para siempre.
Capote convenció al director de The New Yorker, William Shawn, de que en los crímenes había un buen artículo, y viajó a Kansas con Nelle Harper Lee (interpretada en el filme por Catherine Keener), su amiga desde hacía años. Nelle estaba a punto de ver editada Matar a un Ruiseñor, su única novela, en la Truman salía retratado como uno de los niños protagonistas.
Lo que llevó a Capote a dedicar finalmente seis años de su vida a A Sangre Fría fue sobre todo su trato con los asesinos de los Holcomb, y especialmente con Perry Smith (Clifton Collins Jr.). Para el guionista Dan Futterman, esa relación marca la estructura de la película: “Truman necesitaba a Perry para satisfacer su ambición de escribir algo que hiciera historia, y quería que muriera para clausurar satisfactoriamente el libro. A la vez, a su complicadísimo estilo, también lo quería, e incluso empatizaba con sus inquietudes”.
Capote asistió a la ejecución de Smith y su compinche, Dick Hickock (Mark Pellegrino). Remató A Sangre Fría en 1966 y con ella se consagró como escritor. Pero la experiencia le traumatizó para siempre. En palabras de Miller, “Truman estaba destinado a destruirse por su deseo de ser reconocido, hasta el punto de no reparar en el peligro de perder la integridad consiguiendo lo que perseguía”.
Durante la redacción del libro su autor empezó a beber y abusar de las pastillas. Su decadencia física y emocional duró casi veinte años. Y nunca volvió a igualar los logros artísticos de A Sangre Fría. “Me llamaba en mitad de la noche atormentado por la soledad, expresando en balbuceos incoherentes que quería morirse”, cuenta su amigo Dotson Rader. El 25 de agosto de 1984 las plegarias de Truman fueron atendidas.
Capote y el cine
Truman Capote ejerció como escritor de diálogos para Estación Termini, y como co-guionista de La Burla del Diablo y Suspense (Jack Clayton, 1961). Curiosamente, tuvo poco que ver con la adaptación en vida de dos de sus propios libros: Desayuno con Diamantes (Blake Edwards, 1961), que no le gustaba demasiado, y A Sangre Fría (Richard Brooks, 1967).
Tras su fallecimiento fueron llevadas al cine El Arpa de Hierba y Otras Voces, Otros Ámbitos, ambas producidas en 1995. A Sangre Fría disfrutó en 1996 de una nueva versión, televisiva, que protagonizaron Eric Roberts, Anthony Edwards y Sam Neill.
Como actor, Capote cuenta con una aparición sin acreditar en Annie Hall (Woody Allen, 1977), y otra bastante divertida en la parodia del cine de crímenes Un Cadáver a los Postres (1976).
Por otro lado, el cine permitió al escritor elaborar una serie de perfiles de estrellas de la época - Marlon Brando, Elizabeth Taylor y Marilyn Monroe-. Estructurados parcialmente como diálogos, se hallan entre lo más incisivo de su obra. Han sido publicados en castellano, como el resto de sus escritos, por la editorial Anagrama.
En cuanto a su figura, Capote no es la única película que la revisará. En otoño se estrena Infamous, una producción de la que poco se sabe a pesar de su realizador, Douglas McGrath (Emma) y sobre todo su reparto: Sandra Bullock, Daniel Craig, Gwyneth Paltrow, Sigourney Weaver, Isabella Rossellini y Jeff Daniels apoyarán al desconocido intérprete del escritor, Toby Jones.