Cuando parecía que el ambicioso plan del director Ron Howard y el productor Brian Grazer por llevar al cine y a la televisión la saga literaria de Stephen King La Torre Oscura estaba definitivamente encauzado en el seno de Warner Bros. (recordemos que antes Universal se había deshecho del proyecto), de nuevo todo queda en agua de borrajas.
Ni la reducción presupuestaria puesta encima de la mesa por Howard y Grazer, ni que Russell Crowe sustituyese en la piel del pistolero Roland Chastain (en la imagen) a Javier Bardem, ha sido suficiente para los ejecutivos de Warner Bros. Al parecer, la combinación de tres películas y dos series televisivas entre medias no le ha parecido al estudio que fuese a enganchar al público ni a rendir a niveles publicitario y financiero.
Esto deja a Howard y Grazer a la intemperie, después del trabajo y el tiempo que ambos han consagrado a La Torre Oscura. Y, aunque algunos inversores independientes y pequeñas productoras (la más interesada, MRC) han mostrado su predisposición a mantener con vida la adaptación, sería en condiciones tan modestas que muchos en Hollywood empiezan a dar por muerta la aventura.