10. Diario de una becaria
Dir.: Josetxo San Mateo Int.: Daniela Costa, Ramón Langa, Cristina Brondo.
Muchos críticos se quedaron con la boca abierta al ponerse frente a esta comedia juvenil que más que pasar por descarada y moderna, lo hacía por descabellada e imprudente. Escenas como la de la ducha de su protagonista, al son de “La oreja de Van Gogh”, o la aparición final del Príncipe Felipe, permanecerán en la retina de un bueno puñado de aburridos profesionales del gremio. De acuerdo, no es éste un producto que destaque por su sutileza en el retrato de la juventud actual, pero sí una película que aborda temas de hoy con un tono nada dogmático, tan superficial (quizá) como puntualmente sangrante, lo que no es una nadería. Y casi nadie recuerda que dio a Antonio Hortelano uno de sus mejores papeles para el cine –y el chico tiene una carrera llena de perlas que harían las delicias de Bill Landis o Michael Weldon-, que demostró que Ramón Langa era un malvado excepcional, y que nos descubrió el talento de la joven Daniela Costa, aún no lo suficientemente valorado. La película estaba hecha a su medida; la cámara la quería y se encaprichaba con su mirada, con sus tics, con cada uno de sus gestos… pues bien, aquí sólo unos pocos (el crítico Ricardo López, por ejemplo, le dedicó una entregada crónica con visos de enfebrecida carta de amor) nos dimos cuenta. Y es que el cine español raras veces se entera de lo más importante.
Valoración en la IMDB: 4.4 sobre 10. 14 votos.
9. Y decirte alguna estupidez, por ejemplo te quiero
Dir.: Antonio del Real Int.: Blanca Jara, Sergio Martín, Alejo Sauras.
Entre el desenfreno plano de “Fin de curso” y “Slam”, el fallido y moralista realismo social de “No te fallaré”, la vulgar atonía de “La fiesta” o la blandenguería pija de “Menos es más”, me quedo con esta adaptación de la novela de Martín Casariego, certera e inspirada dentro de sus pequeñas proporciones. Primero, porque Antonio del Real, tan criticado ahora por volver con gracia a ciertas fórmulas del pasado, es un director cuyo talento para el humor no conviene poner en entredicho (a revisar, entonces, las desenfrenadas “El poderoso influjo de la luna” o “Buscando a Perico”, o el pulso clásico de los mejores momentos de “Cha cha chá” y “Corazón loco”); segundo, porque se trata de un producto honesto que acierta al reflejar ciertas nociones de la angustia púber sin querer pringarse mucho los dedos; y tercero, por Blanca Jara, uno de los rostros más bellos del actual cine español, formidable chica 40 y cristalino reflejo de esas novias perfectas que en la Universidad nunca llegamos a tener.
Valoración en la IMDB: 3.7 sobre 10. 37 votos.
8. Papá Piquillo (1998)
Dir.: Álvaro Sáenz de Heredia Int.: Chiquito de la Calzada, Carla Hidalgo, La Chunga.
La carrera de Álvaro Sáenz de Heredia siempre ha estado marcada por la búsqueda de la comercialidad, la utilización de cómicos procedentes de la televisión (Martes y 13 antes, aquí Chiquito de la Calzada) y la exploración de una cierta personalidad dentro del género de la comedia. Curiosamente, sus títulos más personales y hasta cierto punto arriesgados (La hoz y el Martínez, Freddy el crupier, Chechu y familia) son en su mayoría fallidos, lo que no quiere decir que no sean estimulantes. De todas formas, con “Papá Piquillo” consiguió su mayor logro hasta la fecha: una puesta al día de los principios del neorrealismo en un poblado gitano, tan respetuosa como sentida y emocionante, que si nos hubiera llegado como un legado de Rossellini no habríamos tenido reparos en considerarla una obra maestra. No sé si lo será, pero desde luego es una excelente película, cuyo riesgo estaba condenado al fracaso de antemano.
Valoración de la IMDB: 3.4 sobre 10. 45 votos.