El proyecto de adaptar It, una de las obras más icónicas (y voluminosas) de Stephen King, parecía lo suficientemente arriesgado como para que la noticia de su cancelación no sorprendiera en exceso. Ahora, no obstante, Cary Fukunaga ha explicado en una entrevista con Variety qué falló en la gestación del traslado, y revela una situación en que el paso del papel a la gran pantalla podría haber resultado muy prometedor por las decisiones creativas que Fukunaga pretendía tomar, y que, eso sí, fueron boicoteadas sistemáticamente por los productores.
“Intenté hacer un film no convencional. No encajaba en la fórmula en la que sabían que podían gastar y recuperar dinero en base a no ofender a la audiencia estándar del género”, comienza explicando, para luego aclarar que “el presupuesto estaba perfecto. Siempre nos movíamos con la cifra de 32 millones de dólares, que era su presupuesto. El tema creativo era con lo que daban guerra”, aclara.
Puestos a concretar los motivos de discrepancia, Fukunaga relata cómo “eran dos películas. Algo que no les importaba. En la primera yo intentaría un film de horror de nivel con personajes actuales. No querían personajes. Querían arquetipos y sustos. Escribí el guion. Querían que la hiciera mucho más inofensiva, un guion convencional. Pero no creo que pueda adaptarse adecuadamente de manera inofensiva”.
Finalmente, Fukunaga subraya la forma en que iba a encarar la adaptación del villano de la función, el mítico Pennywise. “La principal diferencia residía en que quería hacer algo más que un payaso. Tras 30 años de villanos que pueden leer las mentes de los personajes y amedrentarlos, intentar encontrar formas realmente sádicas e inteligentes con las que asusta a los niños; además de que esos niños tenían vidas previas antes de que les asustara. Y todo ese trabajo de personajes requiere tiempo. Es una construcción lenta, pero que vale la pena, especialmente en la segunda parte. Aunque definitivamente incluso en la primera da resultado”.
Fuera como fuese, el proyecto quedó varado indefinidamente. Y de resurgir, ya sabemos a qué podemos atenernos: a otra cinta de género sin aportación alguna que se limitará a buscar emociones fáciles en una audiencia impresionable.