Ha habido división de opiniones en cuanto a la decisión tomada ayer por Warner Bros y Christopher Nolan —padrino creativo del proyecto— de otorgar a Zack Snyder (300, Watchmen) la realización de The Man of Steel, nueva vuelta de tuerca al superhéroe más paradigmático de DC Cómics.
Para unos, Snyder ha demostrado en sus films previos un gran conocimiento del noveno arte y sus posibilidades en la gran pantalla. Para otros, estará lejos de aportar a Superman la cuota de espectáculo y claridad narrativa deseables.
El mayor problema, sin embargo, parece residir en que Snyder no ha sido elegido por ninguna razón artística, sino más bien práctica. El guión que está escribiendo en estos momentos David S. Goyer en colaboración con Jonathan Nolan estaría protagonizado por un Clark Kent (alter ego cotidiano de Superman) en la veintena, que ejercería como periodista freelance en diferentes y conflictivos lugares del mundo, ante lo que sentiría lógicas tentaciones de hacer el bien con la ayuda de sus superpoderes. Un argumento inspirado en la miniserie de doce números Superman: Birthright, creada por Mark Waid y Leinil Francis Yu, publicada por DC entre 2003 y 2004, y considerada durante un tiempo en la editorial el origen canónico del Hombre de Acero.
Pues bien, según informa la página SlashFilm, David S. Goyer se ha visto incapaz de sacar adelante un guión aceptable a partir de Superman: Birthright; según sus íntimos, nunca ha tenido a Superman entre sus héroes favoritos, y se halla totalmente estancado. Algo que conocían algunos de los realizadores consultados por Nolan, entre ellos como se sabe ahora Darren Aronofsky; casi todos ellos se habrían negado en redondo a implicarse en el proyecto en estas condiciones, que no son susceptibles de mejorar puesto que Warner está obligada a sacar adelante la película en año y medio si no quiere perder los derechos cinematográficos sobre el personaje.
Con este panorama, la presencia de Zack Snyder al frente de Superman: The Man of Steel tendría más que ver con su capacidad para acatar los designios de Warner y Nolan y gestionar proyectos en el filo y presupuestos reducidos (es así como ha desarrollado tanto Sucker Punch como Ga’Hoole: La leyenda de los Guardianes) que con su interés por brindar al espectador un Superman que haya valido la pena esperar. El tiempo corre, y por tanto no tendremos que esperar demasiado para que se concreten las peores sospechas o nos llevemos una agradable sorpresa.