“Dios perdona, el hombre a veces, la naturaleza NUNCA” o “La tierra se está quitando de encima al peor enemigo”. Estas frases aparecían en las pantallas en los conciertos de vuestra última gira. ¿Es importante para vosotros utilizar la música para hacer llegar un mensaje político y social?
Como músico popular uno tiene la posibilidad de decir algo más que “te extraño” o “qué calor”. Así que, siempre en lo personal, decir lo que uno conversaba con amigos o padres de amigos, con la gente en general, ponerlo en canciones y gritarlo, al menos a mí me sirvió de descarga. Supongo que a mucha otra gente también. ¿Cuánto cambia el mundo con ello? No estoy seguro, pero creo que sirve para sentirse respaldado cuando uno tiene una convicción. El hombre necesita referentes. Nadie hace nada que de alguna manera haya sido hecho. Es más fácil pelear por algo cuando uno sabe que esa lucha existió, o existe, o es justa. U otros piensan y sienten como uno. Un mensaje de esperanza en una canción es importante. Hace sentir que uno no está tan solo. Y la Argentina es un país plagado de corrupción e injusticias, muy lamentablemente. En el caso de las frases citadas, hacemos referencia a lo que todo el mundo conoce, la destrucción del medio ambiente y, consecuentemente, de nuestra especie.
¿Cómo sería la Civilización de Los Piojos?
Sería una Civilización en donde se premiaría el esfuerzo. En donde habría Justicia, o al menos se lucharía por tener una Justicia lo más equilibrada posible. No creo que la Justicia de los hombres pueda ser perfecta, pero es muy distinto saber el fallo de antemano por la extracción social de los afectados, por ejemplo.
Habéis tenido la oportunidad de hacer algunas fechas en España, incluyendo el Viña Rock, uno de los festivales más multitudinarios del país. ¿Cuál ha sido la reacción del público?
Muy buena. Los vi moverse disfrutando y terminamos tocando para el doble de público del que habíamos comenzado. Lo bueno de los festivales es la posibilidad de darte a conocer. Lo malo es que no es tu puesta en escena ni contás con el tiempo necesario para desplegar los climas que tiene un show como el nuestro. La idea es volver con todo esto en octubre, haciendo nuestra propia gira. Y esperamos que quienes estuvieron en el Viña vuelvan si les gustó. Verán un show de Los Piojos al cien por cien. Es que tocar solo una hora por ejemplo, ¡te deja caliente!
Después de llenar los escenarios más emblemáticos de Argentina, ¿es la conquista de las salas españolas un nuevo reto para Los Piojos?
Todo público nuevo es un desafío y más si pertenece a otra cultura. Tenemos muchas cosas en común, pero no sé como será realmente la nueva gira. En las anteriores hubo un 95 por ciento de público exclusivamente argentino, lo cual hace al show una fiesta muy al palo. Pero como desafío no funciona. Veremos en octubre. La gira está hecha con el respaldo de Ku Producciones, de Muchachito Bombo Infierno, independientes como nosotros.
Unas palabras para convencer al oyente español para que se acerque a uno de vuestros directos... ¿Qué ofrecéis en vuestras actuaciones?
Rock caliente, buen ritmo, buenas melodías, y un muy buen show. No habrán perdido su tiempo y ¡querrán más! Yo soy cantante, no vendedor, pero lo que dije es cierto.
Hace ya unos años que publicáis mediante vuestro propio sello, El Farolito Records. ¿Por qué elegisteis el camino de la autoedición?
Porque nos dedicamos a esto para que nadie nos diga lo que tenemos que hacer.
¿Cómo se compagina la faceta de artista con la de disquero?
Discutimos ciertas decisiones, pero el día a día lo lleva el manager con gente que se dedica a esas cosas. No estamos encima con el número de ventas, la verdad. Mientras el disco pague sus propios gastos de grabación está más que bien. Hoy día con el pirateo es difícil. Uno vive de tocar, ya no de la venta de discos.
¿Puede ser el uso de las nuevas tecnologías un instrumento válido para dar a conocer vuestra música en España y en otros lugares?
Claro que sí. De hecho, lo es.