La noticia saltó hace escasos días: en una de las recientes actuaciones de la banda, un grupo de supuestos seguidores de corte reivindicativo, reprochó desde sus carteles que U2 huyera de la tributación en Irlanda teniendo en cuenta los serios problemas del país.
Hasta ahora, no había respuesta, pero era fácil comprender que Bono probablemente se iba a quitar de la primera línea de sus discursos de corte solidario para no cargar más el ambiente. Finalmente ha sido The Edge, en las páginas del Baltimore Sun, quien ha dado sus explicaciones sobre un tema que se inició con la acusación de Simon Maroney, empleado federal.
Así, según Edge, Maroney "incurrió en tantas inexactitudes que no tiene sentido corregirlas todas", pero sí matiza que "U2 y cada uno de sus miembros tienen un expediente totalmente limpio en cada una de las jurisdicciones en que deben pagar impuestos y no han estado ni estarán envueltos en la evasión fiscal".