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Grand Theft Auto IV - critica de videojuegos
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Grand Theft Auto IV

El Juego perfecto

Un artículo de T.García || 16 / 5 / 2008

Pasos hacia la libertad


Con tanta saturación gráfica en Halo, con GT Prologue todavía en la retina, uno se pone a los mandos de GTA y llega a dudar de si las cosas no deberían ser más nítidas, de si no estamos ante un simple aumento de resolución. Y a los pocos pasos vemos que no, que el universo de sus calles y la forma en que se mueve, que la gama de tonalidades que se alcanzan a medida que la ciudad amanece o se ve afectada por las lluvias, que lo que vemos cuando sobrevolamos la ciudad es un espectáculo auténtico que logra crear un vínculo único con el escenario. Algo que posiblemente recuerden quienes pasearon por lugares como Vice City o San Andreas, pero que por el incremento de aventuras, el tamaño y el mayor carisma de esta Nueva York, se refuerza en este episodio.

Porque todo es “más” de lo que era. Más coches, más personajes, más misiones, más lugares a los que ir, muchas veces sólo para estar en ellos. Y más cosas que suceden entre tanto a nuestro alrededor, mientras estamos en una esquina y asistimos a una trifulca entre conductores, a una pelea de bandas, a las diferentes reacciones del público a lo que sucede o hacemos, a deportistas corriendo por la acera ajenos a nuestras andanzas, viandantes que se refugian de la lluvia, esmerados trabajadores de la limpieza, gente que se dirige a comprar el periódico, a avisar a la policía de alguna que hayamos hecho... Todo está vivo, y a partir de ahí las posibilidades parecen infinitas.

Mejoras sustanciales


El largo desarrollo de esta cuarta parte no se ha limitado así a un incremento de lugares que visitar o de misiones que efectuar, algo que servía para las extensiones Vice City o San Andreas. El manejo del vehículo se ha pulido (y sí, ahí hay emisoras en una cantidad -19- como para nunca estar aburridos), se acentúa la diferencia entre coches especialmente según la tracción, y hay nuevas formas de visionar las escenas de conducción (incluyendo un botón “cinematográfico” de utilidad relativa), por no hablar de una mejora que es aplicable a todo el juego y a las persecuciones en concreto: un mapa asistido tipo GPS que nos permite no perdernos entre objetivos, algo que para quienes sufren problemas de orientación podía ser una tortura en entregas anteriores y que aquí se volvería diabólico vistas las dimensiones de la ciudad.

Los combates por su parte también han variado ganando en lo que podíamos definir como realismo, por ser más bruscos y menos automatizados, revisión que también afecta al uso de las armas. Y como no todo van a ser tortas, también el tipo de relación que tenemos con algunos personajes es importante por primera vez desde el punto de vista de los cuidados a las buenas relaciones: si nos llevamos bien con algunos de ellos tendremos importantes beneficios que nos serán muy útiles.

El regalo del libre albedrío


Los pilares en que se asienta y se ha asentado GTA son los mismos, su remate es lo que hace que en esta ocasión estemos ante algo excepcionalmente grande. Y uno de esos pilares hace que esto sea tan especial. Por un lado tenemos el decorado como universo a recorrer, por otro las misiones como argumentos para estar entretenidos y que sacan rendimiento a ese decorado con sus hábiles guiones (y están los líos, misiones secundarias o retos en que nos metamos yendo por libre...) Pero sobre todo, esta esa sensación de desarrollo impredecible que impregna todo lo anterior y convierte nuestras partidas en vivencias privilegiadas: planificar una misión y que esta enloquezca y acabe cada vez de una manera diferente, que todo lo previsto se venga abajo o que la resolvamos de un modo que jamás habríamos pensado, que sean tantas las opciones que no podamos ni intuirlas y que cosas que no esperábamos interfieran para darnos con un final, bien aciago, bien provechoso, pero que nos deja con la asombrosa sensación de que lo que acabamos de vivir no puede ser un simple juego.

Con todo lo dicho es fácil entender por qué es tan absorbente GTA, porque ha tenido la repercusión que ha tenido al lograr lo que muchos otros intentaron tras seguir los pasos de GTA III, en un camino que antes ni habrían soñado. En nuestro caso hemos podido redactar este artículo porque tras horas y horas de partidas la Ps3 de redacción se rindió y la lente bluray dejó de vivir. Cosas que pasan, no sólo las 3 luces rojas de Xbox conspiran a veces contra nosotros. Ha sido casi una suerte, si no todavía seguiríamos allí, recorriendo un mundo vivo al que es fácil echar mucho de menos.

FICHA TÉCNICA DE GRAND THEFT AUTO IV

Compañía:
Análisis efectuado en: PS2

100

Gráficos:  
Una ciudad asombrosa, creada con total profundidad y sin atisbo alguno de ralentización.

100

Sonido:
La banda sonora que quieras, a tu medida. Doblaje (subtitulado) propio de una superproducción.

100

Jugabilidad:
No se acaba, siempre hay algo que hacer y la fascinación por seguir en Liberty City ejerce un efecto magnético.
Lo mejor:  

- Y así el videojuego, logró recrear la libertad.

Lo peor:

-Que la Ps3 acabe sus días en mitad de una de sus partidas.

Puntuación:

100

Polémicas aparte, un 100 no se obtiene todos los días. Y GTA lo merece sin duda alguna.



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