Cuatro discos de estudio (y principalmente una canción, la ya mítica “More than words”) convirtieron al grupo norteamericano Extreme en un referente dentro de la escena del rock duro. Sin embargo, su separación en 1996 truncó todas las expectativas puestas sobre ellos. Tras varios proyectos paralelos de diversa índole, ahora vuelven con su formación casi al completo para defender en directo su nueva criatura, Saudades de rock. Hablamos con Nuno Bettencourt, guitarrista y líder de la banda, sobre su triunfal regreso.
¿En qué se diferencia Saudades de Rock de vuestros anteriores discos? ¿Y en qué se parece?
No lo sé. Creo que eso deben decirlo nuestros fans. Para nosotros se trata de una época distinta: un disco distinto, un batería distinto... Pero creo que lo que cuenta al fin y al cabo es que cuando escuchas este disco ves que hay canciones que podrían encajar en cualquiera de los antiguos discos de Extreme. Se trata de una breve lección de historia sobre nuestra música. Y el proceso de elaboración de esas canciones no ha cambiado desde entonces.
Encuentro ciertas influencias de Van Halen en el disco. ¿Es una consecuencia del paso de vuestro cantante Gary Cherone como vocalista de dicho grupo?
A mí no me parece que existan esas influencias, al menos no únicamente en Saudades de Rock. No escucho ningún disco de Van Halen desde que era un crío. Tal vez nos influyeran cuando empezamos a grabar discos, pero en ese caso habría que afirmar que ya desde el primer disco a veces hemos sonado como Van Halen, así que sencillamente es un rasgo que hemos mantenido en esta última grabación nuestra, no sólo algo que haya aparecido ahora. Esa influencia siempre estuvo allí.
De todos los temas, ¿cuáles son tus favoritos?
Bueno, lo cierto es que todos son mis favoritos, o de lo contrario no estarían incluidos en el disco. Pero creo que canciones como Take us alive, Flower man, o Learn to love son con las que más he disfrutado.
¿En qué os habéis inspirado para escribir estos temas? ¿De qué hablan las letras?
Es una pregunta muy amplia. Hemos grabado 13 canciones, y detrás de cada una de ellas hay una historia distinta, una inspiración, una idea... Principalmente hablamos de sentimientos orientados a seguir hacia delante, de reanudar tu vida.
¿De qué trata Take us alive?
Take us alive es una canción divertida basada en una historia inventada, una especie de canción de amor algo loca parecida a lo que sucedió con Bonnie y Clyde. En este caso son dos forajidos con una gran conexión personal entre ellos que se ven abocados a luchar contra todo el mundo.
El nuevo batería de la banda, Kevin Figuereido, ya había trabajado contigo tanto en Drama Gods como en Satellite Party. ¿Cómo ha encajado en la formación de Extreme?
Ha encajado perfectamente. He estado 6 años tocando con Kevin, y hace tiempo que soy consciente de que no quiero tocar con ningún otro batería. Cuando encuentras a esa persona que hace sonar mejor todos los instrumentos, que hace que tu música mejore, no quieres separarte de él. Desde que está con Extreme ha conseguido mejorar mucho nuestro sonido.
Hablando de baterías, vuestro anterior batería, Paul Geary, sigue vinculando a la banda, realizando labores de management, ¿no es así?
Sí, efectivamente. Ya hace tiempo que realiza dichas labores. Él sabía que no quería estar toda la vida con Extreme, y se centró en este otro aspecto.
¿La gira mundial que prometíais en vuestro MySpace para este año incluirá sorpresas y guiños para vuestros fans de toda la vida?
No sé qué sorpresas podemos ofrecerles... Tal vez salir desnudos al escenario o algo así (risas). Lo principal es defender las nuevas canciones, y que ellos experimenten nuestra música junto a nosotros. Es todo lo que podemos ofrecer, y creo que ha funcionado en el pasado. Ahora mismo somos un grupo al que vale mucho la pena ver tocar en directo, ya que estamos muy fuertes y nos sentimos muy positivos. Suponemos que los conciertos no tendrán tanto despliegue de energía como antes, ya que ahora somos más viejos, pero de todos modos habrá diversión y toda la energía que podamos reunir, que será mucha.
¿Podremos veros entonces por España?
Sí, en nuestra página web hemos incluido las fechas de la gira, y tenemos dos conciertos en España: el 31 de octubre en Madrid, y el 1 de noviembre en Bilbao.
¿Tendremos que esperar otros 13 años hasta vuestro próximo disco?
No, quizá sólo 11 o 12 (risas). Lo cierto es que queremos darle continuidad a esta nueva etapa, pero queremos asegurarnos de que hacemos las cosas bien (y no nos matamos unos a otros, ni acabamos asqueados) durante la gira mundial. Gracias a la publicación de este disco vamos a hacer muchos conciertos, saltando de Estados Unidos a Europa tal vez en un par de ocasiones. Pero ahora mismo no tenemos ninguna presión, y no hace falta que grabemos discos cada año. Queremos disfrutar de la gira, y lo más importante es que el grupo siga contento y en buen estado de salud, para poder tocar el máximo tiempo posible.
Y para acabar, ¿podéis dedicarle unas palabras a todos vuestros fans que estarán leyendo esta entrevista en este momento?
Recuerdo nuestra primera visita a España. Nuestros fans se mostraron muy energéticos hacia nosotros, con grandes demostraciones de pasión que casi rozaban la locura. Se trataba de una de las primeras veces que presenciábamos algo así. Nos iban a llevar a firmar discos a una tienda, y apenas pudimos recorrer el camino entre el coche y la tienda: nos arrancaron la ropa, gritaban sin parar... Aquellos fans ya deben estar creciditos (risas). Lo que me viene a la cabeza cuando pienso en España es la pasión con la que se entregan a la música y sienten el rock, así que tenemos muchas ganas de tocar allí de nuevo, después de tanto tiempo.