Kannon

FD: ¿Por que el título de Intro para el que es vuestro tercer disco?
K: Para nosotros aquí va a comenzar una nueva etapa. El primer disco fue un poco para aprender. Para ver qué era un estudio y cómo se grababa un disco, qué era esto de la música y salir de gira. Nos funcionó, y el segundo disco fue para ver si realmente podíamos conseguir algo en el panorama musical una vez conocidas nuestras limitaciones. A partir de aquí pudimos utilizar este conocimiento para explorar musicalmente todo lo que pudimos. Y ahora en el tercer disco es cuando ya nos sentamos con calma y dijimos esto tiene que salir por cojones. Fuimos a por todas. Aquí empieza una nueva etapa que está y va a estar caracterizada por apuestas fuertes. Es como un salto a la, digamos, profesionalidad absoluta.

FD: Lo habéis masterizado también en Nueva York, como el anterior Imagina. Cuéntanos un poco cómo ha ido todo el proceso de grabación...
K: Ha sido un poco más calmado todo. Queríamos tener un poco de tranquilidad tanto a la hora de escribirlo, antes de empezar a grabar, como luego en la grabación. Y creo que por eso luego vinieron unos cuantos retrasos en la fecha de salida del disco. En estudio entramos en febrero y estuvimos dos meses y pico, un tiempo bastante considerable para grabar un disco. Grabamos todo en Vigo, aunque en un principio teníamos idea de grabar algunas cosas también en Madrid y luego ir a masterizarlo todo a Nueva York. Al final decidimos grabarlo todo en casa. Trabajamos otra vez con Pablo Iglesias, nuestro productor de siempre, y de una forma muy cómoda. Y ahí está... ahora estamos ansiosos por empezar a hacer conciertos y tocar como locos.

FD: En una primera escucha Intro se nos antoja mucho más duro y potente a nivel sonoro que el anterior...
K: Se acerca un poco al sonido de nuestro primer disco, sobre todo en la dureza. Pero así como De Nuevo Nunca comulgaba más con las directrices que sigue el metal moderno, éste es más clásico, más parecido al rock de siempre. Luego también tiene más melodía en la voz. Es algo que estoy aprendiendo e intentando explotar cada vez más; porque yo lo que más se hacer bien es el rap, pero como cantante siempre quieres avanzar y explorar cosas que no sabes hacer. Así cada cosa nueva que aprendo intento incluirla en lo que estoy haciendo, sin dejar lo demás de lado, por supuesto, que es lo que marca un poco más nuestro estilo.

FD: A grandes rasgos podemos apreciar dos bloques de canciones bastante diferentes en el disco. Un bloque que parece heredar un poco el patrón impuesto por canciones como De Nuevo Nunca, con letras muy sentidas y una variedad armónica bastante acusada: Chaval, Pa, ¿Qué Es El Amor?, No Puedo Respirar... y luego otro en el que encontramos más dureza pero menos música y en ocasiones menos profundidad en las letras...
K: Sí, en general es así. Nosotros primero trabajamos la base, la música; y luego sobre esa música yo hago una letra. Hay otros grupos que, al ser igual más melódicos, primero nace en ellos una melodía de voz y luego crean la música que la acompaña. Nosotros siempre trabajamos al revés. Así, a partir de lo que me diga la música yo saco la letra, y de esta forma lo que yo escriba se ve de alguna manera acotado o dirigido por la música en la que me haya basado. En este último disco hemos participado mucho todos en la composición de las canciones. Nos hemos soltado un poco más que en los anteriores, convirtiendo los ensayos en una forma más de sacar nuevas ideas, no tan sólo dedicarnos a ensayar canciones que tuviéramos ya construidas de antemano con el ordenador, como pasaba antes. En general a la hora de sacar un tema nuevo primero arreglamos más o menos la canción, aunque la estructura no quede clara del todo, y luego empiezo yo a construir la letra. Voy controlando la duración de las frases y las estrofas, si quedan demasiado largas o demasiado cortas y así vamos estructurando todo poco a poco hasta que la canción adquiere forma.