De su primer disco, Super L, editado por su propia discográfica grabaciones necesarias, puede decirse que ha sido todo un éxito. Inmersos en su siguiente lanzamiento, tuvimos la ocasión de hablar con su guitarrista Miguel Goñi.
¿Por qué la creación de Grabaciones Necesarias para editar el disco?
Con la banda anterior sufrimos mucho, como casi todos los grupos que empiezan, con los dolores de cabeza que te ocasionan algunas discográficas. Nuestra maqueta había pasado por casi todas las multinacionales y casi todas estuvieron interesadas. El problema era que siempre querían cambiar algo, unas veces el idioma y otras veces queriendo guiar el sonido del disco entero hacia el de una sola canción. Nadie aceptaba el proyecto tal cual, así que con el tiempo empezamos a pensar que podríamos ser capaces de crear nuestro propio sello porque nadie iba a creer más en nosotros que nosotros mismos. Y así, después de algunos papeleos y con la ayuda de algunos amigos surgió la discográfica.
Grabasteis en Madrid, masterizasteis en Londres, habéis grabado un video en Nueva York... ¿se hace mejor música fuera de España que dentro? ¿cantáis en inglés con vistas a un mercado internacional?
Las cosas fueron surgiendo de manera natural La masterización del disco se hizo en Londres porque conocíamos a buenos profesionales allí y su trabajo. Además no había una gran diferencia en cuanto a precio, en comparación con España. El video se hizo en Nueva York porque surgió la posibilidad de hacerlo allí sin tener que gastar mucho más dinero. Es cierto que nuestros gustos son más cercanos a los de otros países como Inglaterra o los países nórdicos y nos encantaría sacar el disco fuera; creemos que nuestra música es susceptible de ser aceptada fuera de España. El tema del inglés surge sencillamente porque la mayoría de la música que escuchamos es en habla inglesa y además el cantante es americano y le resulta más fácil expresarse en ese idioma.
En los créditos podemos observar que además de la guitarra te ocupas de las programaciones. Aunque queda patente en el disco que no le tenéis miedo a la electrónica, da la impresión de que podríais haber ido aún más allá y al final os habéis parado los pies.
El tema de la electrónica en un grupo de rock o pop es un tanto peligroso; corres el riesgo de empezar a cambiar el espíritu de la música del grupo si te pasas con la producción.
En ese sentido tienes razón. Para las composiciones de un segundo disco es algo que tendremos en cuenta desde el principio.
En el disco tenéis una colaboración en Dostoievsky y Sunday Moring de Rocío Puga... ¿cómo surgió?
Pensamos que quedaría de puta madre una voz de esa calidez en los temas. Rocío es amiga nuestra desde hace años; aunque no sea cantante profesional había cantado con nosotros hace algunos años, así que pensamos en ella. Cuando grabó los temas todos nos felicitamos por la decisión. Les da un rollo muy parecido al que buscábamos.