De lo visto hasta la fecha de la nueva generación que representan Playstation 4 y Xbox One, podemos deducir que la vida sigue igual: los conceptos no han variado sustancialmente, la forma de evolucionar es la misma que en saltos generacionales previos, solo que con menos margen (es decir: incremento de resoluciones, mayor grado de detalle para conceptos ya habituales).
Pues bien, los responsables de Splinter Cell quieren evitar ese conformismo y la reiteración constante de patrones, algo para lo que quieren valerse de la libertad creativa que a su juicio demuestra la saga: "no tenemos el lujo de Assassin's Creed por el que conocemos nuestra fórmula, seguimos evolucionando... si miras a la saga, no hay dos Splinter Cells que sean iguales; se han adaptado y han evolucionado; eso es algo que para mí lo hace muy excitante; nos acercamos a lo que el juego es, y quizá no sea necesario para Splinter Cell ser un best-seller de 15-16 millones como Call of Duty; quizá es cosa de ser el mejor Splinter Cell que pueda ser", explica Kristjan Zadziuk como director de animación del juego.
También se manifestó al respecto Jonathan Morin como director creativo, quien considera importante tratar de evitar en lo posible la reiteración de ideas que se basa en la copia de conceptos de los juegos de más renombre: "no es como sentarse y decir 'voy a coger esto', se trata de lo que funciona para cada juego; Far Cry 3 es un juego tan caro, que buscan la forma más orgánica de darte un mapa; algo así no funcionaría en Splinter Cell, no tendría sentido para Sam subir a lo alto de una montaña para pulsar un botón; pero de nuevo, tenemos nuestra propia versión del sprint, y no se trata de copiar a Assassin's Creed sino de hacer a Sam más fluido".