Saltos, golpes y puzzles
Aún con esa clara sencillez, sí hay presente un cuidado por dar varias opciones y que repercuten en los controles del protagonista y su forma de enfrentarse a los problemas. Los golpes cuerpo a cuerpo sólo varían por la posibilidad de combinarlos con salto y dar patada a ras de suelo para los enemigos inferiores. Un tirachinas con el que podremos apuntar en perspectiva subjetiva, un brazalete para elevar objetos y lanzarlos contra los enemigos con un toque a lo Psi-ops (salvando las grandes distancias) o una visión llamémosla paranomal son modos que tenemos de enfrentarnos a nuestros problemas, que generalmente se centran en llegar a X sitio, bien por no encontrar el camino, o bien por encontrarlo cerrado/flanqueado por algún que otro monstruito.
Estos en cuestión, siguiendo con la tónica habitual pueden ser ratas, murciélagos, esqueletos de algunos tipos y demás entes de lógica argumental. Su aparición se lleva a cabo con los mismos problemas de guión del que adolece todo el juego, que sin ser algo terrible, si vulgariza el resultado. No se trata ya de que las conversaciones (dobladas al castellano) tengan especial interés o estén lo suficientemente medidas, es que aquello que sucede, va sucediendo con una progresividad que no parece lo suficientemente cuidada. El resultado de esta carencia es un daño al ritmo que con todo no impide una moderada curiosidad por ver nuevas estancias y cumplir la búsqueda concreta, sea cual sea.
Tanto por los obsequios de finiquitar rivales como por sus grutas y demás, a lo lejos, muy a lo lejos, hay rasgos que parecen sacados de Zelda, sin que su nombre deba en ningún caso utilizarse en forma de comparación. Más cercano resulta Jak & Daxter por lo ya dicho, ese monigote/animalucho al que podremos dar instrucciones sobre su colocación –fructifero en tono puzzle para alcanzar interruptores etc– y que no puede evitar su recuerdo. En ese sentido, con esta y las opciones de manejo descritas, el conjunto permite que gran parte del pad esté ocupado, que hayan varias cosas que hacer, y que el público infantil al que va destinada la serie –y más si conoce a sus personajes– se sienta especialmente cómodo con esta adaptación. Y todo ello haciendolo a un precio justificado que da más posibilidades a la venta de videojuegos y permite tanto afinar la compra, como permitir una decente serie media.