Más de 11 millones de dólares: 4 en daños, 7 en intereses. Eso dejando al margen que más versiones de John Madden Football de las inicialmente reclamadas pudieran ser posteriormente integradas en la demanda.
Esa potente indemnización es la que Robin Antonick se logró adjudicar el pasado verano en los tribunales. Y se corresponde exactamente con lo que una nueva sentencia le ha quitado de las manos.
Todo se remonta a la aparición del John Madden original en 1988, a cargo de un programador con experiencia en fútbol americano de sus años de estudiante y que fue publicado por EA haciendo uso de su licencia oficial. Pero a partir de 1990 Electronic Arts decidió hacer uso de otro equipo de programadores y Antonick quedó fuera del desarrollo, de tal forma que optó por ir a los tribunales para reclamar su contribución a la saga, estimada en primera instancia.
No obstante, lo que el tribunal viene a concluir para desproveerle de la cuantiosa compensación es que no hay prueba alguna de que EA hiciera uso de sus desarrollos durante 7 años, tal y como él reclamaba. Una dura forma de empezar el año... con lo bien que lo había acabado.