Tras el sonoro fracaso que supuso su anterior film "Suavemente me mata", el director Chen Kaige("Adiós a mi concubina", "El emperador y el asesino") vuelve a sus orígenes para filmar la sencilla y tierna relación padre e hijo en una China llena de contrastes.
Con "juntos", el director nipón, perteneciente a la llamada quinta generación de la escuela de Pekín-en ella se encuentra uno de los realizadores orientales más destacados en occidente:Zhang Yimou que, de hecho, ha trabajado como director de fotografía en varios trabajos de Kaige-confecciona un sólido retrato generacional en la China contemporánea, donde un humilde cocinero emplea todo su dinero para que su hijo, virtuoso del violín, pueda estudiar en la escuela de música.Para ello, padre e hijo deberán dejar su modesto pueblo y viajar a la cosmopolita Pekín. Una vez llegados a la capital, al pequeño Xiaochun se le abrirá todo un abanico de posibilidades que deberá aprovechar...o no.
Galardonada con la concha de plata al mejor director y mejor actor(Liu Peigi)en el festival de San Sebastián del 2002, "Juntos" se convirtió en una agradable sorpresa.Con una sugerente puesta en escena y el buen trabajo de sus actores( es imposible no cogerles cariño), el realizador habla en su film de un tema ya tratado ampliamente en la filmografía oriental: el choque cultural entre la población rural y la de la ciudad.No obstante, este choque supone el paso de la niñez a la adolescencia del protagonista, todo bajo la tierna mirada del director que, ayudado de una excelente fotografía, aupa esta cinta como gran triunfadora en el terreno sentimental.
la línea que separa el sentimentalismo de la ñoñería es muy delgada, y más cuando el protagonista es un niño con violín.Pero chen Kaige sale airoso de este entuerto y rueda,con hermoso estilo narrativo,una bellísima historia alejada de ese convencionalismo que campa a sus anchas en la mayoría de las producciones norteamericanas."Juntos" resulta ser una pequeña joya del cine nipón, pequeña en pretensiones pero grande en resultados.Tienen suerte los chinos,sus films acaparan premios ahí donde van.Y que siga así, desde luego lo merecen.