Me animó la caballerosidad de los productores franceses, que fueron conscientes de nuestra dificultad para comprar los derechos y nos facilitaron la tarea.
Hay secuencias al principio y al final que se desarrollan en el Maxi Tuning Show del Jarama, celebrado el año pasado. ¿No crees que ese aspecto de la labor de Teo como reparador de automóviles ha quedado un poco relegada a favor de la comedia costumbrista?
La ocupación de Teo, como pasaba en Mi Pequeño Negocio, define al personaje pero no determina sus desventuras. El tema de fondo en La Semana Que Viene es el de las segundas oportunidades que pueden acontecer incluso en medio del desorden y las debilidades del carácter, y esto podría relacionarse con un tuneo del alma. El tuning es colorista y diferente, y así vemos nosotros al personaje de Teo. Intenta tener una segunda oportunidad, pero no hace lo que se supone correcto para que la suerte le sonría. En un mundo competitivo como el nuestro, esta renuncia al conformismo hasta cuando de ello depende la supervivencia me parece muy meritoria. Incluso creo que hay un ambiente suburbial, unos secundarios, una filosofía en el guión, que podría dar mucho más juego en una serie televisiva: Teo está rodeado de inmigrantes cubanos, argentinos, polacos, y los abraza en un mismo estilo de vida porque no teme amar lo desconocido, cambiar y mezclarse.
Ya que lo comentas, viendo la película en más de una ocasión salta a la vista la pertinencia de una serie de televisión. ¿Se ha planteado esta posibilidad?
Alguna productora norteamericana ha mostrado su interés en hacer de esta historia una serie de capítulos de cuarenta minutos para el mercado hispano. Lo que hay alrededor de Teo, mi personaje, tiene vida propia, y aunque los problemas de sus familiares, vecinos y amistades coinciden en lo esencial, sí creo que hay terreno para explotar esas pequeñas diferencias que nos individualizan.
Has citado Mi Pequeño Negocio, la película de Pierre Jolivet que ha dado origen a La Semana Que Viene. ¿Hasta qué punto la novedad de que un productor español se plantase un remake te incitó a formar parte del film? Casi a la vez se ha anunciado lo contrario, una versión francesa de El Otro Lado de la Cama. ¿Te parecen interesantes este tipo de influencias y referencias mutuas?
Tradicionalmente se han buscado formas de coproducción europea basadas en criterios de inversión económica, y quizás es hora de buscar matrimonios más apasionados y creativos, que aprovechen lo mejor de cada cual. Por otra parte, me animó la caballerosidad y la accesibilidad de los productores franceses, que fueron conscientes de nuestra dificultad para comprar los derechos y nos facilitaron la tarea. Tanto ellos como nosotros valoramos que lo interesante era sacar adelante la película y no perdernos en discusiones estériles, no pensarlo y calcularlo todo.