Al final todo se reduce a las cosas más simples. Quizá de eso va en el fondo The Big Bang Theory: un puñado de genios entregados a la ciencia cuyo mundo se revuelve en distinta medida con la irrupción del atractivo sureño de Penny, la hermosa rubia de curvas desafiantes… y quirúrgicas.
“Es la mejor decisión que he tomado nunca”, confiesa Kaley Cuoco, recién casada, a propósito de un tema sobre el que hasta ahora había omitido: la operación de pechos por la que pasó a sus 18 años y mientras trabajaba en la serie 8 reglas simples. Porque tiempo después no solo le sirvió para cautivar a sus vecinos en Big Bang Theory, es que de alguna forma reconoce que le permitió proseguir en su carrera como para tener esa misma opción. Como el refranero español deja claro, hay cosas qué pueden más que un numeroso puñado de carretas.
En el segundo puesto del podio de las actrices mejor pagadas de la televisión (tan solo por detrás de Sophia Vergara de Modern Family), el pasado año Cuoco ingresó en su cuenta 11 millones de dólares por ejercer de Penny. Sin duda, el aumento en el tamaño del busto bien valió la pena.