"Fue obivamente una gran decepción para mí; fue algo en lo que estábamos realmente involucrados desde el mismo comienzo, y de alguna forma nos dimos cuenta que no iba a ir a lugar alguno en que pudiéramos sacar lo que queríamos, así que nos apartamos y ellos continuaron..." explica J.J.Abrams a propósito del videojuego de Star Trek. Se trata del tipo de declaraciones que pueden hacerse solo cuando la campaña de venta del juego queda lejana y no hay obligación alguna de promocionarlo: así él salva su nombre y deja la responsabilidad en los desarrolladores, a pesar de que las declaraciones incluyen la confesión de que tampoco ellos supieron cómo aportar algo positivo (y que huyeron precipitadamente, de tal forma que el estudio responsable estuvo condicionado por ellos para finalmente dejarles con el resto del trabajo en solitario).
Abrams, que entiende que se dañó a la franquicia con el producto finalmente publicado, se siente muy unido al videojuego y se expresó también sobre el anuncio que recientemente realizó junto a Gabe Newell (cofundador de Valve) de trasladar a película mediante su productora Bad Robot alguna de las marcas de Valve.
"Actualmente trabajamos con Valve en un par de proyectos, y lo que hay que plantearse es, a pesar de su existencia como película o como juego, ¿qué es lo que hace que sea grande? Y hay que empezar desde cero, comenzar desde el suelo, con independencia de qué hubo antes". O lo que es lo mismo, que existan como película o videojuego "en sus propios términos".