La clase de reinicio al que van a someter a Terminator sus responsables sigue siendo un caso especial. Algo inevitable, puesto que resulta difícil volver a las raíces de la saga haciendo uso de un personaje tan icónico y propio del original como el Terminator 800 de Arnold Schwarzenegger.
No obstante, la nueva película podría tener una relación insospechada con el original. Algo que iría en la tónica de lo que precisamente ayer explicábamos de la saga de los X-Men: los acontecimientos narrados en Días de Futuro Pasado afectarían directamente a la trilogía inicial, que de alguna manera nunca habría sucedido. Y puesto que Terminator va precisamente de eso, de viajes en el tiempo, quizá sería la forma de justificar la nueva evolución de la trama.
Jai Courtney como coprotagonista de esta nueva entrega subtitulada Genisys se ha referido en una entrevista con Huffington Post a cómo “empezamos en un lugar que nos resulta familiar de las películas previas y, entonces, las circunstancias cambian”. Y subrayando lo antes explicado, cambian porque “cambia el curso de los eventos desde ese punto”.
Así, Courtney matiza cómo “no es necesariamente una secuela o un reboot. No sabría ni cómo etiquetarlo correctamente. No estamos rehaciendo una de las primeras películas de Terminator. Y no continúa necesariamente desde el lugar en que lo dejamos”.
El actor tuvo también ocasión de referirse a si el papel de Schwarzenegger se limita a esta entrega, o si espera que vuelva para las siguientes películas previstas: “Difícil imaginar una película de Terminator sin Arnold”. Además, confirma que los planes iniciales son filmar las dos próximas a la vez en 2016 (eso si las cifras de taquilla de Genisys acompañan).