Mike Jones como responsable de Capcom en Vancouver lo tiene claro: "estamos en un periodo de ajustes", en referencia a la transición entre consolas. Pero el cambio lo encara con optimismo, habida cuenta de que probablemente hayan aportado la exclusiva más jugosa al lanzamiento de las nuevas máquinas con Dead Rising 3.
"Os prometo que todos los que trabajan en Capcom son grandes fans de la compañía, no hay nadie trabajando aquí que diga "bah, lo que sea", muchos quieren a Capcom jodXXmente, así que definitivamente se están manteniendo las conversaciones adecuadas", añade, para luego eso sí matizar que "es una compañía grande, una compañía global... es difícil poner todas esas piezas en una dirección para moverlas rápidamente".
Según su forma de verlo, "a medida que la nueva generación se desarrolle, habrá mucho material nuevo", y señala a "Dead Rising 3 en Xbox One o Deep Down para Playstation 4 o el regreso de Strider" como pruebas de que "Capcom ha cometido sus errores, pero ha aprendido de ellos". En concreto, los centra en "haber trabajado con ciertos socios, haber destinado cantidades insuficientes de dinero o tiempo, pero lo siguen intentando y creen estar en el camino".
Veremos si es así. Entretanto muchas miradas apuntan a uno de sus retos más complejos: cómo continuar Resident Evil.