Bionic Commando, un símbolo en la estrategia errática de Capcom. Por aquel entonces, externalizar parecía buena idea.
A principios del pasado año publicábamos cómo en Capcom entonaban el ‘mea culpa’ y finalmente parecían comprender que publicaban demasiadas continuaciones, en aquel caso, de Resident Evil. Estábamos, en apariencia, ante un punto de inflexión respecto a una estrategia fijada a principios de 2012 y en la que anunciaba que los plazos entre cada uno de los lanzamientos de los juegos de sus sagas eran excesivos, por lo que pretendían acortarlos.
Pues bien, las cosas parecen haber dado un nuevo giro y al parecer la conclusión alcanzada en la casa de títulos emblemáticos como Street Fighter o Devil May Cry es que la solución ha de pasar por las sagas conocidas, y por explotarlas con una mayor frecuencia: quieren nuevo juego cada 1,5 años (en otras palabras: cada año y medio).
Estaríamos pues ante un movimiento que buscaría algo similar a lo que hacen sagas como Call of Duty o Pro Evolution, pero aplicadas a -al menos- los pesos pesados del amplio catálogo de Capcom, y con un plazo inferior a la anualización.
El anuncio se realizó en una reunión con inversores donde desde la compañía se explicó que “tenemos alrededor de unos 30 desarrolladores clave que están listos para desplegar al personal requerido y en los plazos requeridos para hacer los ciclos de desarrollo incluso más cortos”.
¿Estamos pues ante un nuevo viraje que llevará a, por ejemplo, más Resident Evil? (los rumores son que podríamos estar a la puerta de una nueva presentación, véase en el E3). Atendiendo a los movimientos erráticos de los últimos años de una compañía que ha pasado de pensar en acortar plazos a todo lo contrario, o de externalizar desarrollos para devolverlos a casa, nada es descartable: decidirá el mercado, sobre el que realizarán nuevas interpretaciones según los títulos vendan más o menos.