Que en Capcom hay cosas que suceden de forma cuestionable, no es una novedad ni para la propia compañía ni para un sector en que las decisiones cada día son más difíciles y en que su globalización impone andar con pies de plomo. Hemos explicado en varias ocasiones cómo varias de las empresas veteranas de mayor peso han tenido que abandonar ideas creativas y limitarse a la rentabilización de sus marcas, idea a la que Capcom no ha sido ni mucho menos ajena. De hecho, ni sus sagas más longevas han escapado de los duros controles si no se mostraban rentables, en tanto que las inversiones más arriesgadas se dirigían a una occidentalización cuestionable, cuestiones ambas relacionadas con las revelaciones de Inafune.
"Les dije que iba a fundar mi propia compañía independiente y abandonar Capcom. No obstante, me mostré dispuesto a firmar un contrato y a finalizar aquellos proyectos que había iniciado. En tal caso, no habría firmado con otras distribuidoras, pero no pudo ser. Respondieron 'no tenemos necesidad de hacerlo'", explica a propósito de Megaman Legends.
"Realmente no quería abandonar en ese momento crucial, pero tampoco puedo seguir llamando a las puertas de Capcom. Necesitaba abandonar la compañía para recargar mi energía, apoyar a Capcom desde mi posición... pero no me lo permitieron".
Si la explicación puede parecer más o menos confusa teniendo en cuenta el curriculum de Inafune, más chocante es la explicación de cómo fueron las relaciones con Grin para desarrollar Bionic Commando: "inicialmente las cosas iban muy, muy bien entre ambas compañías... se volvieron algo raras a mitad de camino... y acabaron verdaderamente mal al final. [...] Al final, la reacción de una compañía respecto a otra era 'cualquier cosa que quieras, no me importa'". En aquel caso, también la parte débil salió perdiendo: a pesar de que las críticas no fueron ni mucho menos negativas, Grin obtuvo unas ventas discretas que junto a otros proyectos fracasados condujeron al cierre del estudio.
Ahora, no obstante, la principal preocupación de Capcom debería ser cómo congraciarse con sus fans veteranos que si ya andaban molestos con la situación de Megaman, verán en estas declaraciones otro motivo para estar en contra de su política.