Todo aquel que ya haya visto el nuevo filme de Guillermo del Toro, de título La cumbre escarlata, verá que su cinta está plagada de referencias góticas, románticas o el cine de terror de la Hammer. Pero Del Toro ha basado principalmente la historia de su nueva cinta en la historia real de fantasmas que le contó y vivió su madre, tal y como él propio director ha explicado en la rueda de prensa de presentación americana de la película.
"La secuencia de apertura se basa en una visita que mi madre experimentó en su infancia. La abuela de mi madre había muerto, y cuando ella era pequeña estaba llorando en su cama entonces oyó la seda del vestido de su abuela paseando por el pasillo. Olió su perfume y oyó unos crujidos en la cama como si alguien se posara sobre ella; entonces sintió el peso de su abuela apoyándose en su espalda. Saltó de la cama y se fue gritando", ha declarado el realizador.
Por supuesto, también ha declarado que otras fuentes de inspiración para su filme han sido las obras de la era Victoriana y autores como Mary Shelley o Anne Radcliffe, y que su obsesión por los fantasmas empezó a los 11 años de edad.