Su calificación será dura, y eso está vez está lejos de ser un problema. De hecho fue lo que motivó a Ridley Scott a aceptar ponerse tras las cámaras: reproducir las emociones que en el pasado creó Alien, actualizándolas para un público curado en espantos.
"Recuerdo caminar por Sant Louis cuando estábamos en el visionado previo [de Alien]. No podía volver a sentarme. Caminé por el borde en la escena de la cocina en la que John Hurt comienza a devolver su desayuno. En ese momento me di cuenta de cómo de terrorífica era la película... Me sentí de alguna forma responsable por haber ido demasiado lejos, porque era extrema", rememora Scott antes de sentenciar: "Voy a tratar de hacerlo de nuevo este año, pero mucho peor".
Las declaraciones, realizadas en el backstage de los Globos de Oro, implican una calificación por edades dura como apuntábamos, y al respecto Scott explica que "esa es la razón por la que la hago. Voy a hacer una R bastante dura" (en referencia al sistema de calificación por edades de USA).
Cabe recordar que el hecho de que Scott aceptara el proyecto implicó el retraso sine die de la película que proyectaba Neill Blomkamp. Esperemos que valga la pena.