La apuesta arriesgada de rehacer uno de los juegos más relevantes de los últimos años, se convirtió pronto en centro de expectación y en una promesa de exhibición gráfica capaz de justificar la reiteración argumental. Ahora, cuando el resto del mundo ya ha revivido la experiencia, nos llega a la GameCube el primer episodio de la más grande batalla librada contra los zombies.

No es algo que vaya a sorprender a ninguno de los seguidores de Castlevania, ni de hecho les inquietará demasiado. El señor de las sombras ha vuelto (y van...), y lo ha hecho acompañado de todas las cualidades de una serie de juegos que ojalá siga siempre en nuestras manos. Aunque sepamos de antemano que nuestra batalla contra las sombras, sea relativamente inútil...

Cumplida la deuda que el mundo del videojuego tenía con el hombre araña en las 32 bits, la llegada del esperado traslado al cine ha supuesto una nueva hornada de títulos con su nombre para todos los soportes. De ellos, escogemos la versión portatil por lo que tiene de especial y de clásico. Un beat-em'up verdaderamente divertido.

Cuando con motivo del lanzamiento de "Maximo" publicamos el análisis del clásico que es "Ghosts and Goblins", mencionábamos el interés que crearía una nueva edición o remake para la Game Boy Advance. Poco tiempo después, se confirmó la noticia, y pese a que cabría deducir una lógica satisfacción, la política de adaptación "pixel perfect" nos ha dejado un poco fríos.

De la mano de uno de los diseñadores de videojuegos más alabados de todos los tiempos por la crítica internacional, nos llega Pikmin, una mezcla de géneros que, si se cumplen las expectativas, también se hará un hueco en el mercado europeo.

Déjà vu permanente, o la mejor forma de concebir la acción. El pistoletazo en perspectiva subjetiva sigue siendo género de referencia, y en este sentido Medal Of Honor es uno de sus representantes más insignes en los últimos años. De PSX a PC, antes de otras adaptaciones nos llega una entrega para la fiera de Sony que explota aún más esta mecánica.