Las bajas ventas de Wii U dibujan un difícil escenario para la consola de Nintendo que sólo puede alterarse con la solución muchas veces descrita: comenzar a vender tirando de sus franquicias populares, y a partir de ahí esperar a que quienes no publican juegos para ella cambien su postura. El problema no es nuevo, y es de hecho la principal razón por la que caen los soportes: no venden porque no tienen buenos juegos, no tienen buenos juegos porque no venden.
En esta ocasión han sido los desarrolladores de Need for Speed: Rivals quienes han anunciado que dejan a Wii U fuera de la agenda porque sus bajas ventas no hacían aconsejable la inversión de tiempo necesaria: "las doscientas personas trabajando en este juego solo son capaces de hacer una cantidad de cosas y por ello de versiones del juego, de tal forma que tenemos que ir donde creemos que está la mayor audiencia... y ahí es donde estamos", explicaba Craig Sullivan, director creativo de Ghost Games.
Se da la circunstancia que Need for Speed: Rivals funciona sobre el engine conocido como Frostbite 3, que anteriormente DICE trató de adaptar para Wii U en el desarrollo de Battlefield, si bien tuvo que abandonar por no obtener resultados "demasiado prometedores".