Desde su página web dan toda la información, incluyendo la descarga a la versión actual. Un trabajo impecable que busca llevar el que probablemente sea el juego más querido de la saga, al formato en que conocimos a otro título con el que se disputa ese honor (es decir, Ocarina of Time —de Nintendo 64— visto con los ojos de A link to the past —de Super Nintendo—).
La idea de recuperar su trama en formato clásico puede resultar desconcertante para muchos usuarios, en tanto para el jugador veterano tiene un atractivo especial. Permite además juzgar la comparación entre los enfoques 3D y los bidimensionales de corte cenital que tan bien hacían lucir a las aventuras en la época de los 8 y 16 bits.
Si Nintendo no se entromete —sin ánimo de lucro no debería hacerlo— y finiquita el proyecto como ha sucedido en otros casos, estamos ante un enorme trabajo de rendición de culto a la marca Zelda cuya versión final se convertirá en referencia dentro de las obras readaptadas por sus fans. Para muestra, un botón: