Llegó la hora. El próximo 21 de mayo es cuando Microsoft ha confirmado que presentará a la nueva generación de Xbox, todavía sin nombre concreto y bajo el provisional de "Proyecto Durango". Ese día, marcará un punto de inflexión en la trayectoria de Xbox 360, el segundo intento de Microsoft de hacerse con el mercado del videojuego y la máquina con la que logró lo que parecía imposible: colocarse holgadamente por encima de su teórica competidora, la Playstation 3, y permanecer en esa posición prácticamente hasta el final de su andadura.
Con Xbox 360, Microsoft por tanto ha logrado el objetivo que inicialmente parecía más complicado: hacerse un nombre en videojuego, seducir a las principales desarrolladoras, convertirse en referencia. La presentación, huyendo del E3 (evento al que Nintendo acaba de despreciar afirmando que sus anuncios se harán en actos independientes en adelante) será particularmente seguida por Sony, que introdujo tímidamente a su Playstation 4 a la espera de concretar detalles tras saber los movimientos de su rival. En función de lo que Microsoft presente, Sony podría ajustar las prestaciones de su videoconsola.