Con el ritmo de la serie en una suerte de impasse, los responsables de The Walking Dead parecen querer animar a sus fans con promesas, y qué mejor que apuntar a su desenlace, habitual punto en que se desborda la tensión: el episodio final será una entrega especial con duración de 90 minutos.
De esta forma, el capítulo que llegará a las pantallas norteamericanas el 29 de marzo (un día después lo emitirá Fox en nuestro país), alcanzará así el metraje propio de una película, algo que no sucedía desde los episodios de debut de la primera y la segunda temporada.
Veremos si la sobredosis consigue dejar el mismo sabor de boca que en otras entregas anteriores, y si las cifras de audiencia siguen marcando nuevos hitos, siendo el último récord los 17,3 millones de espectadores que atendieron al primer capítulo de la presente temporada.