Fandigital y Comicdigital emplean cookies para determinadas funcionalidades. Si continúa navegando asume la aceptación de las mismas.
Arirang - Pantalla Invisible - blogs de cine
Buscar en
Estás en CINE >> BLOGS >>

Arirang

Un artículo de Eduard Terrades Vicens || 02 / 5 / 2014
Pantalla Invisible

Arirang es una canción tradicional coreana cuya versión primigenia fue compuesta hace unos seiscientos años, y que a pesar de no estar considerada como un himno oficial coreano sí que está registrada por la Unesco bajo la categoría de Patrimonio Cultural Intangible. Su letra alegórica ha sido utilizada para enaltecer el valor y sacrifico del pueblo surcoreano ante todos los retos históricos que ha vivido y como un símbolo de la cultura del esfuerzo y superación ante cualquier adversidad. Tomando como referente el sentido figurado de la misma, el director Kim Ki-duk la tomó prestada como “leit motiv” para explicar bajo un filme ensayo el estado depresivo que experimentó durante a tres años de su vida; tres años de reclusión voluntaria al pie de un monte (al que hace alusión la letra) con el objetivo de buscarse a sí mismo. Y así, durante hora y media, y con algunos cánticos que nos brinda el propio realizador, asistimos a la contraposición entre su situación desesperada y el brío de coraje que puede extraerse de la letra original; el proceso de descomposición de la creatividad de un director rivaliza con el ímpetu positivista de una canción folklórica que se erige como símbolo de su tierra natal.

Pantalla Invisible



Es sabido de la filia del director por la religión budista. Nada sorprendente teniendo en cuenta que el Budismo es una de las religiones más antiguas de Corea del sud (fue introducida en el siglo VI y actualmente el censo nacional estipula que hay 10 millones de surcoreanos que la practican). En producciones como Primavera, Verano, Otoño, Invierno…y Primavera (2003) hay signos inequívocos de su devoción por el Budismo. Se dijo en su momento que la voluntad de Ki-duk por recluirse en un espacio alejado de las grandes conglomeraciones urbanas le vino a consecuencia de encadenar dos fracasos cinematográficos consecutivos. En realidad, y tal y como él mismo explica en esta especie de docudrama (con partes claramente ficcionadas, como cuando simula su propio suicidio espiritual, apretando el gatillo de una pistola que hipotéticamente él mismo construye), fue una necesidad después del accidente transcurrido mientras filmaba Dream (2008): la actriz principal se intentó suicidar después de un fatigoso día de rodaje al no aguantar la presión del director y éste consiguió salvarla al encontrarse en el set justo en el momento en que intentó perpetrarlo. Eso hizo que Ki-duk se replanteara su condición humana como persona, si todo ese sadomasoquismo y instinto nihilista que planea por sus guiones había traspasado el celuloide y se había apoderado, no solamente de su “alma”, sino también de los actores con los que solía trabajar y de su equipo técnico habitual (sintiéndose abandonado o ninguneado en más de una ocasión por éstos últimos cuando les habían llovido otras ofertas más suculentas y ni tan siquiera le habían ofrecido la posibilidad de visitar los rodajes).

Pantalla Invisible



Su discurso fílmico ha levantado ampollas por allí donde ha pasado (sobre todo sus dos últimas películas posteriores a este documental, es decir, Pieta y Moebius) y como tal, las revelaciones que efectúa delante de la cámara son desgarradoras, una ametralladora para el espectador; se desnuda completamente delante de sus seguidores para mostrar su abatimiento físico y mental. Para no resultar excesivamente tedioso con sus enajenaciones y sus idas y venidas por la pequeña choza que ocupó al pie de la montaña, y como un intento para mostrar sus convicciones budistas, además de interpretarse a sí mismo, simula que dos otros “yo” suyos le ayudan en el camino de recuperación y de sinceramiento con su alma: por un lado, otro Ki-Duk punzante, que hace de entrevistador e interlocutor, y por el otro, su propia sombra.

Pantalla Invisible



Además, cuenta con la estimable colaboración de un pequeño gato que pulula por las inmediaciones de la cabaña y que en forma de “pillow-shots” hace a veces de separador temático (y temporal) y otras como compañero de juegos para aliviarle de tanta carga dolorosa en esos momentos en que se explaya delante de la cámara a través de largos e infinitos monólogos catárticos. Si no fuera por los dos últimos diez minutos, en los que Ki-duk recorre el país en busca de algunas de esas localizaciones en las que había rodado metraje en el pasado y, como si fueran personajes a los que quisiera borrar de su memoria, simula que los asesina disparando en el aire, podría considerarse Arirang (2011) como una larga entrevista filmada en unos aprovechados 90 minutos. Por lo que, seguramente, esta redentora propuesta fílmica solo podrá interesar a los fieles seguidores de su obra; a los demás les parecerá una excentricidad sin demasiado trasfondo expiatorio.

Ediciones disponibles: editada únicamente en DVD en Italia (de forma unitaria) y en Inglaterra (en un pack en el que se incluye, además del filme analizado, Cocodrile, su primer filme).



Pantalla Invisible

La sección en donde se dará a conocer obras perdidas del cine, de ayer y de hoy, con el objetivo de que lleguen al espectador con mayores inquietudes cinéfilas

Actualización: Lunes.

Blog administrado por Eduard Terrades

ARTICULOS DE PANTALLA INVISIBLE

Buscar PANTALLA INVISIBLE en

Buscar PANTALLA INVISIBLE en NEWS









© Revista Fandigital.es 2000-2015
Revista iPad / | Contactar