Último post del año y toca repasar qué me ha sorprendido del cine visto. Ojo, me refiero a lo que me ha sorprendido, no a las mejores pelis, ni a la peores, sino a las que no me esperaba... para bien o para mal.

Enero

Confirmar que un cineasta al que descubres en dos cortos debuta con la solidez que lo hizo David Michôd en Animal Kingdom no es una sorpresa, pero sí una gran satisfacción para darte el lujo de descubrírselo a tus amistades. Tensión, solidez y una descarnadísima visión de la realidad para su edad son las señas de este hallazgo cuya filmografía habrá que seguir.

Por otro lado, esperar años la nueva película de Peter Weir y comprobar como éste desfallecía al narrar el periplo de los protagonistas en Camino a la libertad fue un trago amargo que voy a tardar en olvidar. Me he recetado ver de nuevo Master & Commander, La Costa de los Mosquitos y El Show de Truman para aguantar al menos otro lustro hasta que decida volver tras las cámaras.

Febrero

Winter´s Bone me devolvió la esencia del cine durante su visionado: cómo contar todo lo que concierne a una historia y unos personajes sin mostrar absolutamente nada.

En el caso contrario estuvo Red, la reunión de unas viejas glorias para hacer una parodia del cine de acción que enseña todo porque en el fondo no hay absolutamente nada que contar.

Marzo

Descubrir la mezcla de humanidad, mezquindad, miseria y honestidad del Barney interpretado por Paul Giamatti en El mundo según Barney ha sido una gran alegría. Pocas veces he visto captar la variabilidad del alma humana con tanta precisión como en esta cinta.

Claro, que luego pude ver En tiempo de brujas, otro de esos proyectos innecesarios en los que se embarca Nicolas Cage en una carrera cinematográfica a la que ya sólo cabe denominar como bizarra.

Abril

El cine que viene del frío es algo más que Aki Kaurismäki y Lars Von Trier, así lo demostró el éxito de En un mundo mejor, una interesantísima película sobre la ética y la educación en nuestros días que además sorprendía por un acabado visual muy poderoso.

Visualmente potente, potentísima fue Suker Punch, lástima que tuviese menos guión que un videoclip de Camela... pero de Zack Snyder tenemos que esperar aún grandes películas.

Mayo

El drama policíaco No mires atrás fue una joya que recordaré en tiempo porque no estoy acostumbrado a que el temperamental cine italiano se descuelgue con una historia seca y certera hasta lo inhóspito (mucho público no entendió quién era finalmente el culpable) ni a ver a un actor no americano enganchar tres papeles en absoluto estado de gracia. Se llama Toni Servillo.

En estado de desgracia está, una vez más, Zhang Yimou, que más allá de algún acierto esporádico ha caído en una filmografía sin fuelle y ramplona que nos hace añorar los preciosistas dramas que lo hicieron tan famoso. Una mujer, una pistola y una tienda de fideos chinos es un ejercicio incomprensible de traslación de géneros entre culturas que no sabemos a qué extraña necesidad del cineasta respondió al haberla realizado.

Junio

Se reestrenó El Gatopardo de Luchino Visconti y añadir algo más está tipificado como delito.

Esperaba mucho de Hannah, la nueva película de Joe Wright que engaña al público con su promoción como thriller de acción pero que en realidad es un cuento con magos y brujas sobre una niña a la que le extirpan su infancia. Quizá se revalorice con el tiempo, pero los sentimientos al verla eran contradictorios. Esperando su Anna Karenina.

Julio

Todo lo que le pase a Mateo Gil como cineasta me interesa y ver la soltura con la que resolvió un western crepuscular como Blackthorn fue una sorpresa francamente agradable. Sigo esperando lo mejor de un cineasta que se empeña en ser un tapado pero que considero que tiene un gran talento.

El punto negativo del verano me lo dió Cars 2. Sí, ya sé que Pixar cuenta sus películas por obras maestras y que ese ritmo es imposible de mantener, pero los fáciles caminos por los que transita esta primera secuela de la compañía del flexo me han dejado tocado. Necesito volver a creer con Brave.

Agosto

Pasando por alto todas las licencias que se toma, El origen del planeta de los simios me pareció excelente y no me lo esperaba. Esa hora final sin diálogos en la que se narra la asunción de la inteligencia y el liderazgo por parte de Caesar, su protagonista, me subyugó. Y además, sale John Lithgow.

No tengo ni idea qué movió a Pedro Almodóvar a hacer el experimento de La piel que habito, una película que intenta abrir otras vías narrativas para un director que ha demostrado tener un estilo reconocible, pero que en este caso termina por dar la sensación de estar hecha por un novato.

Septiembre

Algo parecido a lo dicho para la italiana No mires atrás es aplicable a Stella, un drama francés contado desde el punto de vista de una niña desarraigada que sobrevive en un mundo para el que sus padres no la han preparado gracias a su instinto de supervivencia, su inteligencia y su vitalidad.

Larry Crown, nunca es tarde, o cómo las estrellas de Hollywood sin estímulos para subsistir en su oficio se convierten en un auténtico ladrillo para el espectador

Octubre

Intruders me sorprendió por terminar de confirmar a Juan Carlos Fresnadillo como un director rentable y sólido para competir en el mismo Hollywood. Atentos a su interés en llevar a la pantalla Bioshock, si lo consigue la puede armar.

Somewhere o la Coppola haciendo anuncios de marcas pijas de dos horas de duración.

Noviembre

Sorpresón con Roland Emmerich dirigiendo Anonymus. Tengo la intuición que con esta película se ha encontrado a sí mismo y se puede convertir en un director más que interesante si da con las historias adecuadas. Su Amadeus particular.

Un dios salvaje / Un método peligroso o la constatación de que en tiempos de crisis hasta los grandes boquean. Roman Polanski y David Cronenberg patinan en sendas adaptaciones teatrales que, a pesar de ajustarse a sus intereses temáticos, resuelven tediosamente.

Diciembre

The Artist, homenaje al cine, interpretaciones brillantes, selección soberbia de músicas para la banda sonora, descaro, humor y gran sensibilidad en esta recreación del cine mudo que llega en el momento adecuado ante la insensatez que en muchas ocasiones se ha convertido el 3D. Para estudiar en las academias.

En lo poco agradable, Maktub, o aprovechar la época navideña y las buenas intenciones de la gente en general para hacer negocio. Cine, lo que se dice cine, casi nada.

Y hasta aquí llegó mi 2011, estas son mis elegidas y si no os gustan... las puedo cambiar.