Fandigital y Comicdigital emplean cookies para determinadas funcionalidades. Si continúa navegando asume la aceptación de las mismas.
El zombie de Indiana Jones - Víctima del celuloide - blogs de cine
Buscar en
Estás en CINE >> BLOGS >>

El zombie de Indiana Jones

Un artículo de Víctima 2046 || 20 / 5 / 2010
Víctima del celuloide

Apenas habían pasado unas horas de la publicación de nuestra crítica a Indiana Jones, y el Reino de la Calavera de Cristal y recibimos quejas de alguno de sus fans, irritados, dispuestos a defender al héroe. No podía ser, tamaña desfachatez, semejante arrebato iconoclasta que no se plegaba a rendir pleitesía al regreso de Indiana. Porque ¿cómo iba a ser la esperadísima entrega del Doctor Jones un fiasco? ¿cómo con un Spielberg en una nueva época dorada, con todo el reparto motivado en hacer o seguir haciendo historia, con David Koepp al guión dispuesto a volver a firmar un blockbuster?

Y a la hora de la verdad, qué generosa y sutil fue la crítica en cuestión. Quizá algo fría a la hora de juzgar a las continuaciones, que probablemente sin la inercia atmosférica creada en su primera parte eran menores, pero que seguían siendo cine del que se te queda al abandonar la sala y del que hace que mundos fantásticos se desborden fuera de la pantalla si se participa del “espíritu” de la saga.

Puede que George Lucas en el fondo haya sido una víctima del desencanto progresivo que la mercadotecnia ha ido inflingiendo en todo aquel que ha estado sometido en demasiadas ocasiones a sus caprichos. Quizá un desencuentro con algún proyecto del que esperaba más, quizá por otro lado una visión desencantada de la vida contagiada por todo lo que la década que entonces estaba cerca de terminar nos trajo, le llevó a olvidar la especial química que recorría cada uno de los fotogramas de sus entregas precedentes.

Sin esa sensibilidad, se limitó a dar lo que el público pedía: símbolos fáciles. Ya lo había hecho con esa prolongación innecesaria en forma de precuelas de Star Wars, especialmente en una tercera parte hecha para ganarse únicamente aplausos de fans festivos en momentos simbólicos que en realidad quedaban mejor dibujados en el subconsciente colectivo, solo que en ese terreno no rentan en royalties. Y así nos dio una continuación torpe, lastimosa, inane, desprovista de un mínimo de pasión, limitada a emocionar cuando recuperaba una melodía propia de otros tiempos, un perfil que con la sombra de un sombrero y un látigo no tenía que desvelar arrugas y mirada apática como si lo haría después al enfocar al héroe caído.

Víctima del celuloide



Entrevistamos a Koepp a propósito de Ghost Town y teníamos una obsesión entre ceja y ceja: que nos dijera por qué. Por qué uno de los guionistas capaces de domar proyectos mastodónticos, uno de los pocos realizadores capaces de adaptar a Stephen King con brillantez (La Ventana Secreta), un tipo de mente preclara, por qué acababa firmando un libreto que iba a tumbos imitando a un mal episodio de McGyver, reproduciendo escenas sin sentido de películas previas (ese malo-que-era-bueno que intenta pertrecharse de riquezas para cinco segundos después, literalmente, preferir morir cuando le ofrecen rescate en un sacrificio “porque sí”), capaz de repetir frases en la conclusión para tratar de darles un sentido que no pueden tener (“su tesoro era el conocimiento… el conocimiento era su tesoro”)... Y el mismo Koepp, como hombre experimentado que sabe la importancia de las influencias y las buenas relaciones -tengas el currículum que tengas-, optó por el mutis: que si se sintió frustrado por no poder lograr algo mejor, que si esa frustración era consigo mismo…

Evitaba así citar a Lucas, capaz de torpedear todo lo torpedeable. Ante la mirada impasible del supuesto Rey Midas, callado ante el naufragio. No calló Darabont, autor del guión que muchos consideran magistral, a la altura de las circunstancias, que Lucas vetó (curiosamente Darabont también adaptó a King de forma pasmosa… hasta en 3 veces: Cadena Perpetua, La Milla Verde, La Niebla). Su difusión en la red es perseguida tenazmente para ocultar la demostración de que el oprobio a Indiana era premeditado.

Ahora llega Shia Lebouf, en el segundo aniversario del atropello, y, o tiene un plan de pensiones genial o una nueva profesión bajo la manga, porque confiesa que, efectivamente, aquello nunca funcionó. Que discutía con el propio Harrison Ford por cómo todo pintaba mal, por cómo las cosas no iban en la dirección adecuada y estaban destrozando a un clásico.

Uno recuerda entonces tantas entrevistas promocionales con Ford vendiendo el producto como pata negra, mostrando orgullo ante lo realizado, y entiende estaba ante el enésimo episodio de falsedades de diseño en el circo promocional de las presentaciones de la función. Y piensa que, la trilogía de Indiana Jones (siempre trilogía, como siempre lo fue Star Wars dejando también fuera a la nueva trilogía parasitaria) merece descansar. Como lo merece Terminator, Los Gremlins, El Equipo A, El Coche Fantástico y tantos otros productos que tuvieron su momento y lo vivieron lo mejor que pudieron. Que cuando sacas a los muertos de paseo, siempre apestan. Y te hacen olvidar cuán apuestos eran en sus tiempos.

Víctima del celuloide



Víctima del celuloide

El rincón en que el crítico torturado explica por qué el cine puede ser algo muy grande unas pocas veces, y algo muy, muy miserable muchas otras.

Actualización: Este blog se actualiza los jueves.

Blog administrado por Víctima 2046 - José M. Robado - Enrique Alpañes

ARTICULOS DE VÍCTIMA DEL CELULOIDE

Buscar VÍCTIMA DEL CELULOIDE en

Buscar VÍCTIMA DEL CELULOIDE en NEWS









© Revista Fandigital.es 2000-2015
Revista iPad / | Contactar