Es inevitable escribir hoy sobre el suceso deportivo del año en España, el acceso a la final del Mundial de Fútbol y la posibilidad de ganarlo por primera vez en la historia.

Salgo a la calle tras el partido. La gente va contenta de un lado para otro vistiendo "la roja" y agitando banderas españolas. Otros muchos estás en sus casas respirando aliviados por la tensión vivida y por el calor sofocante. Los foros, los blogs, las redes sociales hierven con la ilusión de españoles desde todos los lugares del mundo.

Durante años, décadas, hemos visto deambular a la selección española por competiciones internacionales mostrando muy discretos resultados. Muchos ya consideraban crónica esta falta de talento de los equipos nacionales, alineando unos jugadores que de puertas adentro eran dioses, pero que al medirse internacionalmente ofrecían mucha menos categoría de la que se les suponía.

No es difícil hacer un símil entre el fútbol español y el cine español. En el fútbol hay prácticamente dos equipos que acaparan toda la atención mediática y de los espectadores, incluso internacionalmente. En el cine, hay dos directores a los que les sucede lo mismo: Pedro Almodóvar y Alejandro Amenábar.

Si hay un Mundial de fútbol que establece quién domina en ese deporte, también hay unos Óscar de Hollywood que miden qué ha sido lo mejor del año. La selección española de fútbol lleva dando más alegrías que disgustos sólamente dos o tres años, desde la celebración de la última Eurocopa. El cine español lleva más de una década recibiendo premios por sus aportaciones, artísticas y técnicas, 16 estatuillas doradas en total. Di-e-ci-sé-is. Ningún otro país de habla no inglesa tiene tantos galardones.

Los directores Pedro Almodóvar (en dos ocasiones), José Luis Garci, Fernando Trueba y Luis Buñuel. La compañía de efectos digitales Next Limit. Los actores Javier Bardem y Penélope Cruz. Gil Parrondo en dos ocasiones por sus trabajos como director artístico. Néstor Almendros...

Si hoy preguntas a cualquiera acerca e la calidad del fútbol español, es prácticamente imposible que alguien te conteste siquiera con un pellizco de ambigüedad. Si preguntas por la del cine...

La consecución de este éxito del fútbol español ha llegado precisamente con una selección llena de jugadores que se alinean en un mismo tipo de fútbol, unos tipos bajitos que mueven el balón solidariamente, se apoyan en los esfuerzos y en la consecución de sus obligaciones en el campo, y aún siendo jóvenes y millonarios, referencias sociales para toda una generación, han evitado los tintes en el pelo y los tatuajes tanto como la exhibición de actitudes personales que nadie les solicita ni a nadie les importa. Olvidan sus roles personales y en sus clubes para dedicarse única y exactamente a lo que saben hacer con talento: su trabajo.

¿Hace falta continuar explicando las diferencias con el gremio del cine español?