Fue a comienzos de un verano cuando Marion Robert Morrison murió. Dicen que hizo falta un cáncer de pulmón, la extirpación del estómago y una operación a corazón abierto para acabar con él, con el único hombre al que quedaban pequeños los caballos. Hablo de El Duque. Hablo de John Wayne.
Tuvo la suerte de que su íntimo amigo fuese John Ford. A su costa, Ford hizo gala de su talante tabernario y su mala baba. Le bautizó “Little Duke” al verlo junto a su perro, al que el actor apodaba “Big Duke”. Rodaron doce películas juntos y los críticos, que machacaban sin piedad las dotes interpretativas de Wayne, preguntaban al tuerto Ford cómo conseguía las mejores interpretaciones de aquel pedazo de carne. “En mis películas no habla.” -espetaba el irlandés.
John Ford, tan esquivo siempre, tan cuco, decía que el cine era “ver andar a Henry Fonda.”. Sin embargo, no hacía otra cosa que llamar a su amigo para protagonizar sus westerns. A ambos le debemos la que está considerada mejor interpretación de la historia del cine, la que Wayne realizó en The Searchers, esa cinta que Steven Spielberg consultaba de madrugada antes del rodaje de Encuentros en la Tercera Fase. Qué tipo más listo.
Pues bien, ese personaje, el Ethan Edwards de Centauros del Desierto, que así se llamo en España en un inusual acierto de los distribuidores, no es otra cosa que el molde sobre el que se han esculpido decenas de personajes de superhéroes, los cimientos de la cultura norteamericana del último siglo y, en gran medida, de la nuestra.
Spiderman, Batman, el Capitán América, Hulk, Superman, Linterna Verde, el Woody de Toy Story, el Hombre sin Nombre de Clint Eastwood y Sergio Leone, Harry el Sucio, Rambo, Rocky, Bourne, James Bond, el Frodo de El Señor de los Anillos... todos, todos ellos no son otra cosa que una variación del arquetipo que Ford fraguó en el corpachón de John Wayne al escribir aquel personaje, Ethan Edwards, un soldado retirado que dedica toda una vida a reintegrar la paz a una familia, a una sociedad, de la que no puede formar parte.
“Cuando voy al pueblo y, desde el recibidor, veo la calle enmarcada en la puerta, creo ver a John Wayne alejándose hacia la farmacia.”
-Twitter de @Torres_Dulce, cinéfilo y fiscal del estado.
"Soy hombre de bien
a carta cabal
y como el Duque:
feo, fuerte y formal."
-Loquillo y Trogloditas.