Valentí Durall debuta con este largometraje basado en la vida del llamado asesino de la ballesta, en la que ha contado con el verdadero protagonista de la historia para la narración de los hechos.

Javier Ruiz Caldera realiza en su opera prima una disparatada parodia del cine español. Una tradición muy hollywoodiense que, sin embargo, no tiene precedentes en la industria patria.

Dos amigos entrados en años deberán hacerse cargo durante dos semanas de los jóvenes mellizos de uno de ellos. Diversión asegurada sólo para quien le encuentre la gracia a este tipo de productos de factura Disney.

Las inoportunas declaraciones del ministro británico Simon Foster a la prensa acerca de la posibilidad de una invasión a un país de oriente próximo provoca una serie de reacciones a favor y en contra que dejan en entredicho la utilidad y fiabilidad de todo nuestro sistema administrativo y político.

Slasher juvenil a medio camino entre el remake y la clonación de las últimas películas prescindibles del género.

Greg Mottola vuelve a insistir en la comedia adolescente al uso protagonizada por la omnipresente Kristen Stewart y un simpático Jesse Eisenberg.

Preseleccionada para representarnos en los oscar, "El baile de la victoria" se adentra en el terreno del drama romántico cuya trascendencia en el espectador resulta escasa. Con momentos de indudable bellaza formal, la cinta no logra, sin embargo, superar la distancia entre los personajes y el espectador, tranmitiendo con ello sensaciones próximas al enfriamiento.

Un astronauta humano deberá sobrevivir en el extraño planeta alienígena donde ha aterrizado, buscando aliados entre la población de aquel mundo para conseguir regresar a tiempo a la Tierra. Interesante animación para una producción española con claros toques americanos.

Eric Bishop es un cartero de Manchester que lleva varios años bajo la culpa de haber abandonado a su primera mujer cuando apenas había nacido su hija. Actualmente vive en una casa con dos hijastros donde reina el caos y la desesperanza. Su único consuelo es hablarle al póster de su ídolo, Eric Cantona.

La vulgar existencia de una pareja se ve alterada por las manifestaciones, recurrentes en la vida de la mujer, de una entidad demoníaca que el hombre se empeñará en registrar con su cámara de vídeo. Un producto de ínfima calidad, aunque su éxito propicie no pocas lecturas en torno al futuro del cine y, en general, de la creación artística.