Tras la polémica de la pasada semana en torno al matrimonio gay en Tomodachi (es posible que se casen Miis, pero no del mismo sexo), en Nintendo han querido salir del paso apuntando hacia el futuro: ahora es técnicamente imposible, pero será viable en el futuro.
De hecho, y pese a que resolver no resuelven nada a corto plazo, lo plantean en tono de disculpa, conscientes de las sensibilidades con las que estaban jugando y ante el cariz de los acontecimientos: “nos disculpamos por decepcionar a tanta gente al fracasar en la inclusión del matrimonio entre personas del mismo sexo en Tomodachi Life; desafortunadamente no nos resulta posible alterar el diseño del juego y un cambio tan significante no puede cumplirse con un parche post-lanzamiento; en Nintendo la dedicación siempre ha sido algo para compartir la diversión y promover una sensación de comunidad”.
¿Y el cambio entonces?: “nos comprometemos a que si creamos una nueva entrega en la serie, lucharemos para diseñar una experiencia sólida desde la base que sea más inclusiva y represente mejor a los jugadores”. ¿Satisface el comunicado realmente habida cuenta de su tono condicional?
Nuevos acuerdos para licenciar personajes
Finalmente, aunque sin concretar en qué términos, en Nintendo se plantean usar sus marcas más conocidas para licencias antes implanteables. Lo "explicó” -es un decir- Satoru Iwata de forma imprecisa: “no estamos en una fase en que podamos compartir los extremos concretos, pero estamos estudiando posibilidades de licenciar personajes en áreas en que Nintendo nunca ha trabajado antes; espero poder comentar algunos detalles antes de que acabe el presente año fiscal”, comentó.
Sin duda, la clave está en “áreas en que Nintendo nunca ha trabajado antes”, que cuestiona si se trata de videojuego (¿incluye el móvil?), y parece descartar también el cine y otras formas de merchandising… ¿qué nos queda entonces?